El Ser Humano, según Swami Sivananda

2017-02-06

Una gota de agua que salpica sobre una superficie de hierro candente chisporrotea y se evapora inmediatamente.
La persona, de igual modo, hace un poco de ruido durante el corto período que llamamos vida y desaparece en un instante.
¿Qué es el Ser Humano, quiénes somos? ¿En qué nos convertimos?

Sivananda

Cuerpo, mente y alma

Los bebés lloran.

Los niños saltan, bailan y juegan con sus juguetes.

Los colegiales caminan con sus libros.

Los adolescentes se engalanan, luchan, se pelean. Intentamos conseguir nombre y fama. Luego atesoramos riquezas, engendramos hijos, envejecemos, nos ponemos gafas y usamos dentadura postiza. Nos tambaleamos sobre un bastón y, finalmente, morimos suspirando.

El ser humano, la persona, no es meramente una criatura física, provista de una mente y de un alma. En el Yoga la persona es esencialmente un alma que se expresa a través de la mente y que tiene un cuerpo como elemento respuesta para actuar en el plano físico.

La persona es un alma con un cuerpo.

Es esencialmente un ser espiritual.

Vive porque es un espíritu o alma en esencia.

La más profunda esencia de la persona es el Atman o el Espíritu Divino.

La verdadera naturaleza de la persona es divina.

El cuerpo físico y el intelecto dependen del alma interior, acerca de la cual sabemos poco, casi nada.

Todas las personas son iguales por naturaleza.

El Atman habita igualmente en todos los seres. Las personas son iguales por la naturaleza de la conciencia, pero están separadas por la naturaleza de la mente y de la vida.

La electricidad que pasa a través de varias bombillas es la misma, aunque se la percibe en distintos sitios debido a los millones de bombilla que en las que luce.

Asimismo, las personas son distintas debido a los distintos tipos de mentes y temperamentos.

La persona es una trinidad compuesta por el cuerpo, la mente y el alma.

La conciencia está velada por la mente y la materia.

Por eso no es capaz de comprender su naturaleza divina.

A menos que la persona se libere de la esclavitud de la mente y la materia, no puede poseer el Conocimiento del Ser o Atman.

Somos inmortales

No somos este cuerpo, ni nuestros sentidos, ni siquiera mente.

Éstos son sus vehículos, upadhis.

El cuerpo y la mente están sometidos al cambio, la decadencia y la muerte, mientras que el Ser Inmortal o Atman vive siempre, nunca muere. No tiene nacimiento, es eterno.

Tienes un cuerpo, pero no eres el cuerpo.

Tienes una mente, pero no eres la mente.

El cuerpo y la mente son tus instrumentos,

como las herramientas de un carpintero.

Este cuerpo es un instrumento o sirviente del alma, y no su prisión.

La muerte no acaba con todo.

El agente que actúa, el alma que reside en el cuerpo, no puede morir con éste.

El alma es inmortal.

Del mismo modo que una persona se quita un abrigo, así también se desprende de su cuerpo físico al morir.

El cuerpo es la piel del alma.

Es el alma la que hace moverse al carruaje del cuerpo.

Cuando se destruye el cuerpo, el espíritu continúa viviendo.

Sigues teniendo entonces tus pensamientos, memoria, fuerza de voluntad y cuerpo sutil.

 

Información facilitada por el Centro Internacional de Yoga Sivananda Vedanta de Madrid

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