Entrevistamos a Elena Ferraris para que nos explique cómo el yoga puede ayudarnos a las mujeres a encontrarnos mejor con nuestros ciclos, con nuestras emociones y, sobre todo, ¡con nosotras mismas! Ella impartirá un master sobre el tema próximamente en la Escuela Internacional de Yoga.
Elena nació en Italia, aunque aunque creció en Austria. Pero desde 1994 eligió Madrid para echar raíces. Es profesora certificada de Yoga (Yoga Alliance) y de Yoga Prenatal y Posparto con Montse Cob (OmMa Prenatal). Se ha formado con maestros de renombre internacional como Donna Farhi, Max Strom, Judith Lasater, Montse Cob, Marta Mahou, Ramón Clares, entre otros).
Ha incorporado a su enseñanza el Yoga Terapéutico y Restaurativo, que fomenta la recuperación de la simetría corporal y la prevención de lesiones. También ha participado en el programa de Reducción de Estrés con Carola García basado en el Center for Mindfulness de la Universidad de Massachusetts. Es doula para partos hospitalarios y partos en casa.
En marzo de 2015 inauguró su propio centro de yoga, Elena Ferraris Yoga. En los últimos ocho años ha profundizado en cómo el yoga puede hacer florecer a la mujer en cada etapa vital. En el próximo mes de marzo impartirá un Master de Yoga para Mujeres en la Escuela Internacional de Yoga.
Hablamos de ello con Elena Ferraris.
A veces pensamos que el yoga dirigido a la mujer solo se ocupa específicamente de la preparación para la maternidad y la recuperación postparto. ¿Cuál es el sentido del Yoga para la Mujer del Curso que impartirás en la EIY?
Se trata de conocer en profundidad la fisiología de la mujer en cada una de sus etapas vitales (naturaleza ciclica, maternidad, postparto, madurez) y tener las herramientas para adaptar la práctica del yoga a cada etapa de la mujer y a las necesidades de cada una. Intentaremos comprender desde la importancia de una pelvis libre en la asanas hasta cómo podemos suavizar los síntomas de los diferentes cambios hormonales mediante variaciones en las asanas y movimientos coordinados con la respiración.
¿Cómo puede ayudarnos el yoga a las mujeres en otros ciclos de nuestra vida, además de la maternidad? ¿Cómo el yoga puede hacer florecer a la mujer (según palabras de la introducción al curso de la EIY) en cada etapa vital?
Si sabemos reconocer en qué etapa estamos en cada momento y cuáles son nuestras necesidades reales (no las que nos dicen), sabremos también entender qué posturas, ajustes y tipo de práctica nos favorecen en cada momento.
El yoga nos puede ayudar en investigar de una forma muy íntima quiénes somos, en qué momento nos encontramos y qué es lo que nos sienta bien. Cuando tenemos esa conexión con nosotras mismas es cuando podemos florecer.
¿Qué partes, elementos o sistemas concretos de nuestra naturaleza femenina (biología-endocrinología-anatomía-psicología-emocionalidad) nos conviene atender o cuidar más específicamente y por qué?
Los diferentes sistemas realmente están todos unidos y todos tienen su importancia. Aquí quiero destacar que para la práctica del yoga tiene una gran repercusión la formas de trabajar con la pelvis. Si trabajamos con una pelvis libre en vez de una pelvis bloqueada, nuestros órganos también experimentarán libertad y espacio. Y desde allí la cadena sigue: mejora la postura de columna, la respiración, la atención…
¿Cómo el yoga puede mejorar en nosotras la relación entre lo corporal u orgánico (flexibilidad, fortaleza, consciencia corporal…) con lo psíquico (empoderamiento, resiliencia, equilibrio emocional…)
Lo corporal está unido a lo psíquico. Las posturas de yoga no se limitan únicamente a los aspectos físicos, aunque por lo general se parte de las posturas físicas para el correcto alineamiento de la estructura. Ese aspecto físico tiene una repercusión en nuestra capacidad de respiración. La forma en la que respiramos afecta a nuestra mente y a nuestra capacidad de concentración; la respiración influye en nuestras emociones: una respiración amplia da más «espacio» a las emociones, a nuestras reacciones, mientras que una respiración restringida nos limita a todos los niveles.
El yoga más tradicional ha sido elaborado principalmente por hombres. ¿Crees que el yoga para la mujer es una aportación del yoga moderno y, en suma, una evolución positiva del yoga?
Seguramente se trata de una evolución positiva del yoga, hacia una mayor conexión con uno mismo, una mayor conexión con los demás y con todo lo que nos rodea.