La práctica de yoga en el otoño y el comienzo del invierno debe regirse según las necesidades del cuerpo y las características del ambiente en este momento del año. Una idea certera es dar prioridad a las posturas que activan la base de nuestra energía kundalini.
Surya Namascar (Saludos al sol)
Comienza tu práctica diaria con cinco rondas de saludos al sol. Esta secuencia clásica te ayudarán a calentar tu cuerpo, a traer la atención al momento presente y a conectarte con tu práctica. Házlas de manera consciente, a un ritmo fluido pero pausado y de una manera profunda y meditativa. Estarás enfocado y listo para continuar a las posturas.
Padhahasthasana (La cigüeña)
De pie con las piernas juntas y estiradas, el tronco se flexiona hacia adelante con la columna recta. Apoya las palmas de las manos en el suelo, al lado de los pies, empuja con las manos contra el suelo, alargando la columna y estirando todo el tronco hacia abajo.
Trikonasana (El triángulo)
Con los pies separados, pon los talones alineados y paralelos. Levanta los brazos y extiéndelos hacia los lados con las palmas hacia abajo. Mete la cara interna del pie izquierdo hacia dentro y gira el derecho 90º. Alinea los dos talones. Extiende el torso hacia la pierna derecha doblando la articulación de la cadera, no la cintura. Coloca tu mano derecha donde llegues, en la espinilla, el tobillo o en el suelo, lo que te sea posible sin distorsionar la postura del torso. Estira el brazo izquierdo hacia el techo, en línea con la parte superior de tus hombros. Sitúa la cabeza en una posición neutral. Mantén esta posición 30 segundos o 1 minuto.
Ardha Matsendrasana (Torsión espinal)
Sentado con los isquiones bien firmes sobre el suelo, cruza la pierna derecha sobre la izquierda. Con el brazo sirviendo de palanca, traer la mano izquierda hacia la pierna derecha extendida y tratar de tocar la tibia. La torsión de la columna vertebral se acentúa por un impulso del brazo derecho, colocado detrás de la espalda, con la mano apoyada en el suelo. La torsión parte del sacro para ganar progresivamente toda la columna, incluida la nuca, por una rotación de la cabeza. Volver lentamente a la posición de partida en sentido inverso, y practicar la postura por el otro lado, doblando, por consiguiente, la pierna izquierda. Durante la torsión, la línea de los hombros permanece, en la medida de lo posible, paralela al suelo.
Paschimottanasana (La pinza)
Siéntate en el suelo con las nalgas apoyadas y con las piernas estiradas frente a ti, alarga los gemelos y los talones hacia delante. Mantén los pies activos. Lleva el tronco hacia tus muslos. Mantén esta postura 1 minuto.
Para terminar, túmbate en el suelo buscando una posición neutra. Separa las piernas el ancho de caderas. Suaviza la pelvis pero sin relajar mucho la espalda baja. Suelta cualquier tensión que pueda haber en el cuerpo y toma conciencia de tu respiración.