Desde pequeño, una constante necesidad interior de cantar y tocar música salía de mí. La música tiene una gran influencia sobre nosotros. Todos hemos experimentado cuánto nos puede hacer sentir una canción, llenándonos de emociones. Escribe Daniel Espada.
La música tiene una gran influencia sobre nosotros. Todos hemos experimentado cuánto nos puede hacer sentir una canción, llenándonos de emociones. Frases como: “Sin música la vida sería un error” o “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo” nos dicen cómo este hermoso arte penetra profundamente en nuestro corazón.
Por ello, la música y la meditación comparten algo en esencia, ya que no hay mejor meditación que mantenerse en el estado de presencia como consciencia pura, y la música, cuando se crea desde este estado natural de Ser, tiene una vibración maravillosa.
Desde pequeño, una constante necesidad interior de cantar y tocar música salía de mí. Y yo sin pensar, lo hacía, sintiendo un profundo bienestar cada vez que me dejaba abrazar de esta manera. Pronto descubriría que la música sería mi compañera y mi forma de vida.
A medida que crecí y profundizaba en este mundo, me di cuenta de cuánta competitividad y lucha de egos existía. Esta sociedad en donde se respira constantemente “mejor”, “peor”, “más”, “menos”, “bueno” o “malo”, hizo que afectara mi forma de compartir la creatividad.
Durante una época me deje envolver por esta batalla, y estudiaba 8 horas diarias para ser “el mejor”, olvidándome de esa frescura y belleza que experimentaba en la creatividad pura y espontánea.
El ego sigue existiendo hoy en día en el mundo del arte; aún así, siempre hubo y habrá seres maravillosos como Sam Garrett, quien con su música y vibración nos recuerda llevar la atención a nuestro ser más íntimo, sintiendo así una gran sensación de ligereza y felicidad natural.
Y es que cuando te desidentificas de ese falso “yo” y sencillamente eres, experimentas una alegría y una dicha que no puede compararse con
nada.
Esta reflexión es una invitación a Ser, a la unidad, a disfrutar creando y compartiendo desde nuestro estado natural, desde el amor, contagiando esa vibración a la música y a todo lo que hagamos, para que ésta viaje por nuestra alma inundándonos de paz y armonía.
Daniel Espada es un compositor multi-instrumentista de Madrid. Su proyecto Organic meditation music ofrece música meditativa con instrumentos ancestrales, compuesta desde el corazón.
Mas información: www.danielespada.com