Empezando

2016-09-13

Como profesora de yoga, a menudo escucho frases como éstas: «Quiero hacer yoga pero no sé si se me dará bien”, «Me gustaría probar el yoga, pero no soy flexible”. ¿Te suena? Pues puedes estar tranquila o tranquilo porque voy a contarte algo muy importante.  Escribe Tania Muñoz (Kalyana).

Esterilla mat

Para hacer yoga solo necesitas respirar (estar vivo/) y estar (no dormido/a).

1. No existe eso de ser «bueno en yoga»

Ser «bueno» en las posturas de yoga (asanas) es algo que no existe, ¿o es que todos los acróbatas del Circo del Sol son yoguis? Yoga es una práctica que nos ayuda a explorar y conocer profundamente nuestro interior. ¡Permítete crecer con tu asana y deja ir todos esos miedos y excusas de la mente! Ya hay suficiente presión en todas partes para ser buenos, para ser perfectos, para ser los mejores. Deja todo eso, relájate y manos a la obra.

2. No pienses, sólo practica

Eso decía Pathabhi Jois, que bien sabía que la parte más difícil del yoga es aparecer en la esterilla y en el zafu de meditación.

Te cuento mi experiencia y tips para superar las resistencias a practicar aquí.

3. Nadie te juzga

Como profesora, no es mi misión ni mi intención el comprobar cuán flexible puedes llegar a ser. Lo importante no es cómo se ve una postura, sino cómo se siente. Yoga físico es un medio para crear un estado de introspección, transformación y mejora profunda.

Si ya has encontrado el espacio perfecto, y todavía te encuentras preocupándote durante Perro boca abajo de lo que pensarán las otras personas de la shala, recuerda que ellas también están en su propio proceso físico-mental y cada una va a lo suyo, al interior. Además, la shala de yoga es un espacio tranquilo y seguro, libre de juicios, comparaciones o competitividad.

Pero si aun así, los juicios/comparaciones son una preocupación o distracción para ti, te recomiendo entonces tomar clases particulares antes de practicar en grupo. (Te cuento cómo aprovechar mejor las clases particulares aquí)

No haces yoga para ser otra persona, sino para recordar quién realmente Eres.

4. Sé amable con tu cuerpo y contigo misma/o

¡Calma! La manera en que tratamos a nuestros cuerpos durante el yoga es una manifestación de lo que pensamos de nosotras/os mismas/os y de cómo nos comportamos en todas las facetas de nuestra vida. Todas las sombras y reacciones en nuestra práctica son un espejo que nos muestra aspectos de nuestra personalidad que necesitamos sanar.

Permítete estar exactamente dónde estás, y desde ahí practica con toda tu atención y sensibilidad.

5. Practica la presencia, la consciencia y la paciencia

El yoga nos enseña a escuchar nuestro cuerpo-mente constantemente. ¿Estoy apretando la mandíbula? ¿Mis hombros están encogidos? ¿Me siento con la espalda recta? ¿Qué pensamientos estoy dejando que entren y se queden en mi mente-corazón? ¿Cómo reacciono? ¿Estoy aquí?

Al llevar la atención a nuestra respiración y a nuestro cuerpo-mente, el yoga puede ayudar a afinar nuestro enfoque y vivir nuestras vidas más conscientemente.

Otra forma de tomar las lecciones de yoga y trasladarlas a nuestra vida cotidiana es mediante la práctica de la misma clase de paciencia y aceptación pacífica que desarrollamos en nuestra esterilla. Durante las posturas mas desafiantes aprendemos a respirar, lo que nos ayuda a respirar en los momentos difíciles de la vida manteniendo nuestra paz interior. Opta por ir a tu práctica con una mente abierta y un corazón abierto.

Verdades que es necesario recordar

Una de esas verdades esenciales es la siguiente: empezar es la parte más difícil. Y si ya eres practicante regular de yoga, puede que hayas bajado el ritmo por vacaciones. Está bien, es normal: ahora es el momento de ¡retomarla!

Volver a la práctica después de un largo descanso es una bendición, pero suele tener sus desafíos también. Puedes incluso sentir como si estuvieras comenzando desde el principio. Y aun cuando se practique con regularidad, el momento justo antes de decidirse a retomar las clases es probablemente el más difícil. No olvides que empezar es la parte más difícil; tomátelo con calma, poco a poco, ¿qué prisa hay?

Se trata de hacer un esfuerzo (sin sufrimiento), tomar responsabilidad de tu vida y tu estado interior, cuidarte, dedicarte tiempo.

¿Dices que no tienes tiempo? La semana, de lunes a viernes tiene 120 horas, ¡regálate 4 horas de esas 120 para ti!

Ah, que dices que te falta fuerza de voluntad… Está demostrado que la fuerza de voluntad funciona como un músculo; cuanto más la ejercitas más se fortalece (estudio). Como dice mi Maestro, el primer paso es tu inteligencia y tu voluntad decidida y bien orientada.

¿Quieres pero siempre surge algo? Los filósofos clásicos lo llamaban akrasía, la actuación en contra de los propios intereses, y lo contrario enkrateia, el poder sobre uno mismo. Entonces sella con una acción tu intención, si no tu deseo no es más que una vaga esperanza.

A menudo, la mejor manera de lidiar con todo esto es verlo no como un reto, sino como un estímulo: empezar yoga, ponerte en tu esterilla, es como escribir las primeras palabras en un papel en blanco o coger el teléfono para hacer esa llamada que tanto llevas procrastinando… Entonces la parte más difícil ha terminado. Y tal vez no será necesariamente fácil de ahí en adelante, pero sí puedo asegurarte que has pasado el primer gran obstáculo.

¡Nunca nadie se arrepiente de empezar a practicar yoga!

A cada persona nos mueve algo diferente. Sea la motivación que sea, yoga te da la bienvenida y abraza tu vida entera.
Yo a veces me centro en cómo voy a sentir después. Eso, por sí solo, me pone en mi práctica.

De igual forma, ¿cómo orientarse hoy en día si se quiere empezar a practicar o profundizar en la esencia ante la multitud de propuestas de yoga?

– Busca escuelas cerca de casa o del trabajo.
– Tómate un tiempo (al menos un mes) para ver si conectas con las enseñanzas o profe, utiliza tu discernimiento y si finalmente no te convencen tendrás que seguir buscando.
– Si te gustan las clases y profe, ¡quédate!, ya no necesitas “picotear” más.
– Con el tiempo podrás desarrollar una autopráctica diaria, además de tus clases en la escuela.

El ánimo de mi  blog, de mis redes sociales y de mis clases, es acercar la práctica de Yoga a todas las personas, de manera flexible y comprendiendo el punto en el que se encuentra cada una.

Mi intención es inspirarte, acompañarte y compartir experiencias, aprendizajes y consejos, lo que me ha llevado muchos años de idas y venidas en este gran “supermercado espiritual” hasta sentir hoy la confianza y claridad de estar en el mejor camino posible, en la mejor compañía: ¡Tú!

Nos vemos sobre la esterilla.

Tania Muñoz (Klayana), es profesora de yoga en www.yogawithkalyana.com. En esta, su web, puedes leer su blog con interesantes artículos.

Tania da clases particulares de yoga a domicilio en Alcobendas, La Moraleja y Madrid.