Comenzar la práctica del hatha yoga

2016-06-27

Cualquier propuesta que derive de la palabra «yoga» lleva implícita una aportación a la persona como un ser integral que no solo está formado por un cuerpo, sino también por una mente que interactúa constantemente con el cuerpo. El puente que une estos dos aspectos de un ser humano es la respiración. Escribe Mayte Criado.

Clase yoga

Por tanto, una de las primeras cosas que se abordan en la práctica de Yoga es la conexión natural y consciente con la propia respiración. Este pilar tan importante será poco a poco una fuente inagotable de autoconocimiento: conocerse a uno mismo implica sentir, percibir, observar… El trabajo que se realiza con el cuerpo debe servir, directamente, a este objetivo; de lo contrario se estará convirtiendo el yoga en una disciplina física más, y no lo es.

Lo que un profesor de yoga debe ofrecer a alguien que inicia

Cada persona es un mundo en sí misma. Un buen profesor de yoga estará preparado para abordar las limitaciones o capacidades de un alumno, sus posibilidades y su nivel en relación a la conexión que tiene con esas características propias.

El nivel de un practicante de yoga no se mide por su flexibilidad sino por cuánto respeto o conciencia tiene de sí mismo. Así, es posible que todo tipo de personas puedan practicar yoga. Yo misma he tenido muchos alumnos con diversidad funcional, a veces con limitaciones graves; he tenido y tengo alumnos de 80 años o jóvenes flexibles y fuertes que pueden seguir una clase muy dinámica y técnicamente compleja. Todo lo que se propone debe servir al objetivo de acercar a la persona a sí misma. Es lo más importante.

La flexibilidad y el alargamiento

¿Qué posturas están más indicadas para quienes comienzan y podemos decir que tienen un “perfil” medio? Pues sin duda las posturas que les enseñan a crear espacios en las articulaciones, a movilizarlas y a recuperar la elongación del eje central, la columna. Suelen ser también posiciones o movimientos para fortalecer la base que conforman los pies y las piernas; estas son las llamadas posturas de pie. Y las que devuelven cierta elasticidad: posturas simples de torsión de columna o que implican el movimiento de la pelvis.

Es necesaria mucha precaución al inicio. No podemos exigir ni proponer posturas que impliquen la fuerza o la flexibilidad sino que hay que crearlas poco a poco. Las partes del cuerpo que hay que abordar con conocimiento y paciencia son, como he dicho, la base -enraizamiento y fortalecimiento gradual de las piernas-, la movilidad articular -fundamentalmente la pelvis-, la recuperación de los espacios intervertebrales -elongación de la columna-. Rodeando siempre todo este trabajo tiene que estar presente la respiración. No como un mecanismo típico de “inspirar y espirar” con cada gesto, sino más bien como un soporte de conciencia que implica en sí mismo la gestión de la intensidad y la reconexión con el cuerpo y el “viaje” de la mente durante la práctica.

Lo primero de todo, hay que abordar la práctica de yoga de la mano de un profesor experimentado y formado. No vale todo. Tampoco todo lo que se nombra como yoga es Yoga, y, por supuesto, lo que vale para unos no es válido para otros. El proceso es muy gradual y debe ser muy respetuoso. Las técnicas deben servir a la persona, en toda su amplitud… Y lo que está sucediendo es que la persona es quien se pone al servicio de las técnicas y las modas que se están creando alrededor del Yoga, algunas sin sentido.

La recomendación más importante es el respeto a uno mismo. Muy pocos cuerpos y muy pocas espaldas están preparados para someterse a unas posturas y movimientos que requieren tiempo y, sobre todo, precisan conocimiento sobre su proceso y conciencia sobre sus efectos. Muchas personas se ponen a practicar yoga porque los famosos o las revistas y la publicidad hacen ver cuerpos preciosos, flexibles, sanos… Y ahora el yoga forma también parte de la cultura del bienestar, en la que priman los excesos. Pero hay un yoga que se practica con otra perspectiva. Como dije antes, el Yoga debe desarrollar la sensibilidad, el respeto y el conocimiento de uno mismo, comenzando por el cuerpo.

Cuando la práctica es forzada y nos obligamos a funcionar con posturas o ejercicios que distan bastante de nuestro estado actual y someten al cuerpo a movimientos y posiciones sin conciencia, lo más probable es que también el yoga nos dañe y nos cause un perjuicio importante. Cada día son más comunes las lesiones en la columna y sobre todo en el cuello, derivadas de una práctica forzada.

Sensibilidad en vez de fuerza

Yo siempre digo a mis alumnos, tanto a los que comienzan como a los más avanzados, y sobre todo a los cientos de futuros profesores de yoga que formo cada día, que la práctica de Yoga debe siempre, a cualquier nivel, obedecer a: no forzar, no apretar, no tirar, no empujar y no alterar la respiración. Sus contrarios son: escuchar, sensibilizar, crear espacios, alargar, compensar y mantener una respiración natural.

Lo objetivos esenciales

Aunque los objetivos del yoga son los mismos para cualquier persona, grupo y nivel, no es lo mismo ofrecer una práctica de yoga a niños, que a adolescentes, jóvenes sanos o personas con diversidad funcional o de tercera edad. No es lo mismo para nada. Las técnicas y propuestas deben ser diferentes y el profesor de yoga debe tener conocimientos claros para saber adaptar las posturas, los ejercicios y los movimientos.

También el lenguaje es diferentes. En la Escuela Internacional de Yoga tenemos formaciones y clases para diferentes colectivos y niveles. Es maravilloso poder abrir la puerta a alguien a un yoga respetuoso con la persona, con su edad, con su nivel, con sus posibilidades y características. En la Escuela no seguimos yogas encorsetados que ofrecen siempre las mismas posturas o la misma propuesta. Somos muy integradores y nos preparamos para no perder la esencia de lo que significa la práctica del yoga y para estar abiertos a cada ser humano con los que es.

 

MayteCriadoMayte Criado, fundadora y directora de la Escuela Internacional de Yoga, presidenta de la Federación Española de Yoga Profesional, vicepresidenta de la Federación Española de Entidades Formadoras de Yoga, miembro de la Junta Directiva de la European Yoga Federation.