No tengo que esperar a que sea San Antón, el día de los animales, para amarles profundamente, ni esperar a que sea el día de la madre o del padre para llevarles siempre inscritos en mis células con infinito amor. Esta sociedad ya no sabe qué inventar para combatir el cansancio psíquico y la desmotivación que la anegan. Escribe Ramiro Calle.
Foto de un joven Ramiro Calle publicada en http://yogamaincontemporarywesternexperts.blogspot.com.es/
Si en algo termina por servir el denominado «Día del Yoga», bienvenido sea, pero para el que estas líneas escribe todos los días son «el día del yoga». En lo posible, no hay día en que no practique las posiciones de yoga, el pranayama, la relajación y la meditación. Todos los días imparto una clase de hatha-yoga y dos de meditación, así desde hace cuarenta y cuatro años.
Muy raro es el día en que no leo unas líneas sobre yoga o disciplinas afines. No hay jornada en la que no sea consciente de mi asociación con el yoga y de qué modo me ha ayudado. Para mí lo excepcional sería «el día del no yoga». Pero si este día sirve de reclamo para que la gente sepa que hay algo llamado «yoga» y que les puede servir para elevar la consciencia y humanizarse, algo es algo. Pero si es para que unos cuantos vendan unas camisetas de yoga u otros artículos «misticoides», y otros cuantos se reúnan masivamente para alimentar el postureo y dar la espalda al verdadero sentido del yoga, o para que unos cuantos burócratas afirmen su ego-rascacielos, mejor sería que no se hubiese orquestado.
El yoga es un alimento para cada día y una actitud de vida. Ya decliné el año pasado la invitación a asistir a una tribuna para celebrar el día del Yoga. Como me dijo un gran mentor en la India: el yoga no es para hacer de él un escaparate, sino para vivirlo.
Ramiro Calle
Más de 50 años lleva Ramiro Calle impartiendo clases de yoga. Comenzó dando clases a domicilio y creó una academia de yoga por correspondencia para todo España y América Latina. En enero de l971 abrió su Centro de Yoga Shadak, por el que ya han pasado más de medio millón de personas. Entre sus 250 obras publicadas hay más de medio centenar dedicadas al yoga y disciplinas afines. Ha hecho del yoga el propósito y sentido de su vida, habiendo viajado en un centenar de ocasiones a la India, la patria del yoga.
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