Cuando lo desees. En cuanto abres tu corazón y reconoces ahí tu deseo de Mokṣha ´Liberación total´, incluso sin ponerle nombre ni forma, esa vía se te presenta para que la investigues. Seas quien seas. Investigándola el resto de las cualidades necesarias para efectivamente lograr tu liberación absoluta van creciendo en ti. Escribe David Rodrigo (Āchārya Jijñāsu), maestro tradicional de Advaita Vedānta.
Mokṣha ´Liberación total´ es liberarse de toda limitación. La limitación en uno mismo se debe al hecho de ser un efecto, es decir, de creer ser un ser que ha nacido, ya que todo cuanto nace muere -es por tanto limitado en el tiempo- y, mientras vive, es un ser diferente a otros seres y cosas -es por tanto limitado por su propio ser y por el espacio-.
Por consiguiente, se tienen ideas como: ´Yo no soy tú ni nadie más que yo, y viceversa. Yo sólo estoy en este espacio que ocupa mi cuerpo en este instante y en ningún otro lugar. Yo vivo mientras viva mi cuerpo.´ Es decir: ´Yo soy mi cuerpo-mente, mi personalidad. Yo cambio con los cambios de mi cuerpo-mente, porque yo soy eso. Yo soy el motivo de la acción de mi cuerpo-mente. Yo conozco-siento sólo cuando mi cuerpo-mente conoce-siente´, etc.
Mokṣha ´Liberación absoluta´ es sólo posible porque esas ideas con las que al nacer nos autoidentificamos con lo que nace y es por naturaleza limitado (el propio cuerpo-mente) es conocimiento equivocado (ignorancia ´avidyā´).
El conocimiento equivocado sobre uno mismo se niega con su contrario: el conocimiento correcto sobre uno mismo o Brahma-jñāna ´el conocimiento de Brahman´. Ese es el propósito de todo Mokṣha Śhāstra, Escrituras/Ciencia/Enseñanza (Śhāstra) de Liberación, como -en el contexto indio y para el ser humano universal- las Upaniṣhads (o Vedānta), Bhagavad Guītā, Yoga Sūtras, etc.
El conocimiento correcto sobre uno mismo se expresa de este modo: Yo no soy mi cuerpo-mente, que es sólo un instrumento para experimentar:
- objetos, es decir, lo que mi cuerpo-mente conocen;
- mi propio Ser o Brahman.
Yo soy en verdad la Existencia misma que da vida a mi cuerpo-mente y a todos los seres. Existencia que es sin nacimiento ni muerte, sin transformación ni nada real diferente a sí misma. La Existencia permanente que se mantiene igual e independiente a las diferentes percepciones y sus transformaciones en los cuerpos-mentes.
Habiendo nacido humano tengo la grandiosa oportunidad de realizar mi verdadero Ser ilimitado pasando de mi consciencia actual autolimitada a mi mente-cuerpo a la Consciencia misma, que se conoce a sí misma y siempre conoce, siempre es porque es la Existencia misma, mi propio Ser, uno y lo mismo que la Existencia de todo cuanto mi cuerpo-mente percibe como diferenciado porque los objetos son materia particularizada y objeto de percepción para mis sentidos de percepción, de acción y mente, ya que la materia tiene las cualidades del sonido, tacto, forma visual, gusto y olor, que es lo que mis sentidos perciben de modo que los objetos entran en mi mente, la transforman, la mueven y ahí se quedan como impresiones que ocultan mi Ser, tiñen mi percepción del mundo impulsando mi acción, que es la reproducción y la expansión aparentemente eterna del tinte multicolor de la oscuridad y la miseria.
Mi mente-corazón conoce y experimenta todo ello y yo me identifico con quien lo experimenta y actúa enmarcado en ese marco. Desde ahí puedo despertar espiritualmente, es decir, al conocimiento de la Verdad -lo permanente y omnipresente-, distinguiendo en mí, aquí y ahora, lo visto y quien ve lo visto -mi mente y mis sentidos y los objetos vistos-experimentados por ellos, todo ello siendo efímero y mutante- de quien ve por sí mismo, directa e inmediatamente, la propia Consciencia, que siempre está presente, siempre brilla, mientras lo iluminado varía en función de los instrumentos usados para iluminar:
– objetos externos y materiales con el cuerpo-mente en el estado de vigilia;
– impresiones mentales con la mente en el estado de sueño;
– oscuridad con la propia oscuridad (cuerpo -limitación, atributo- causal del cuerpo físico y del sutil o mental) cuando la mente cesa en el estado de sueño profundo (sueño sin sueños).
Y yo, Consciencia pura, iluminando todo ello sin transformarme con ninguno de sus cambios. Ahora, no soy consciente de la consciencia misma, sino de lo visto. Eso es la confusión que me castra en los límites de carne e ideas, eso es la causa de raíz de todo sufrimiento, deseo, agitación, miedo, apego, vulnerabilidad. Pero tiene solución. Porque en verdad yo no soy eso y yo puedo desligarme de esas cadenas auto-impuestas por mi mero entendimiento confundido.
Yo soy la Existencia una, sin nacimiento, indivisible, de lo que es conocido como naciendo y dividido por los instrumentos de conocimiento -que no Conocimiento en sí mismo, por naturaleza-, de mi mente-sentidos de percepción y de acción. Esa Existencia una, infinita, plena -mi propio Ser- conoce siempre. No existe jamás el conocimiento de su ausencia. El conocimiento de la ausencia (la no existencia) de quien conoce no se puede demostrar jamás. Mientras que la Consciencia siempre está presente y en cuanto dejes de identificarte con lo que ésta ilumina silenciando conscientemente -voluntariamente- tu mente y, en calma, concentrándote no en el vacío sino en quien conoce el vacío reconoces directamente la paz y la dicha de tu Ser interior.
Eso sólo eres tú, porque eso siempre brilla en ti. Esa Consciencia siempre es en ti, mientras que no siempre eres consciente de tu cuerpo ni de tu mente, aunque estos continúen siendo un objeto para otros que te ven y continúan identificándote a ti con tu cuerpo, como cuando duermes y dicen que estás durmiendo. Pero tú eres consciente de tu sueño, por ejemplo, no de tu cuerpo durmiendo, temporalmente casi inerte, inconsciente, con el que otros te identifican. Esa Consciencia auto-luminosa, que no es iluminada por ninguna otra consciencia, es auto-existente, la Existencia misma, que no empieza a nacer ni termina, que no depende de nada ni de nadie para existir sino que es por su propia naturaleza de Existencia.
Eso es lo mismo en ti hoy, ayer y mañana, mientras tu cuerpo-mente cambian. Por tanto, son dos cosas diferentes y la permanente en ti es tu verdadero Ser.
Eso es también igual en mí como en ti. Lo que nos diferencia son los cuerpos y personalidades sin existencia propia otra a la Existencia misma, donde todo es una y la misma Existencia.
La diferenciación de la materia sucede en la Existencia indiferenciable. Aquella es sólo una percepción, no crea existencias realmente diferentes, como tampoco transforman la Existencia una.
Ignorancia no es más que identificar el Conocimiento mismo (el verdadero Ser, Existencia misma, natural) con el instrumento con el que conozco cosas diversas y cambiantes, es decir, con mi cuerpo-mente diferente y mutante.
Conocimiento supremo es simplemente romper esta falsa identificación y sentir directamente lo que se siente por sí mismo porque es, es consciente y eres.
Hacerlo y establecerse en el Conocimiento mismo -el verdadero Ser, la Verdad una e inmutable de todo cuanto es- es la realización, Mokṣha. El conocimiento correcto y el método para negar la propia ignorancia y pasar por tanto de percibir mediante la mente-cuerpo a conocer mediante el propio Conocimiento, directa e inmediatamente, está claramente explicado en el Mokṣha Śhāstra, Escrituras/Ciencia/Enseñanza (Śhāstra) de Liberación, como las Upaniṣhads (o Vedānta), Bhagavad Guītā, Yoga Sūtras, etc.
El método cobra vida entre personas, cuando el mumukṣhu -quien desea Mokṣha- se acerca al Maestro/a (Guru/Āchārya) y con devoción le pide que le guíe, que le enseñe el conocimiento supremo de sí mismo y la Verdad y cómo realizarlo directamente, por sí mismo, para sí mismo, en sí mismo, solo. El Maestro/a es simplemente quien siguió este mismo método algo antes y hasta el final del mismo, donde se reconoce lo ilimitado, sin principio, final, método ni, por tanto, dualidad Maestro-discípulo.
Ese amor, ese deseo de Liberación total, de reconocimiento del propio Ser supremo, real, permanente, inmutable, libre, pleno, uno y lo mismo con el mundo indiferenciable, habido y por haber, es el motor de la sādhana ´práctica´ -lo que te lleva directo a tu objetivo, lo que te guía bien- de Mokṣha. Ese amor, ese deseo de plenitud y libertad absolutas, es lo que inicia tu práctica de Mokṣha poniéndote frente al Guru -mera encarnación-instrumento del Conocimiento y el método que tú has traído para ti con tu amor- y la alimenta hasta el final, que es entrar en tu propio Ser, de donde nunca has salido en realidad pero que no veías con claridad. Es decir, reconocerte tal cual, sin los atributos limitadores, las máscaras deformadoras de tu auto-identificación con tus cuerpos y sus funciones, las cadenas con las que se nace y con las que el humano ordinario vive y muere sin haberlas roto del todo y para siempre quemando la semilla de la ignorancia con el fuego del conocimiento del Ser.
(Duda) – Eso es muy grande. Reservado sólo para unos pocos seres de pureza excepcional. Yo estoy muy, muy lejos de eso. Tengo que hacer antes muchísimas cosas para ir mejorando mi personalidad, mis impurezas, mis apegos y deseos mundanos, mis miedos, mis malos sentimientos, mi agitación, mi desconfianza en todo, en mí en las vías, etc.
Esto sin duda es muy grande. Tanto que es infinito, ilimitado, no hay nada más, nada que no sea Eso. Eso eres tú. Por tanto, es tu derecho. ¡Y más! Es tu naturaleza ser lo que eres. No puedes evitarlo. No puedes dejar de serlo, aún ignorándote. Es tu naturaleza, sin permiso. ¿A quién vas a pedir permiso para darte cuenta de quién eres? ¿Quién es dueño y señor del conocimiento correcto que no emana más que del propio Conocimiento que no es sino tu propio Ser no dual, donde no hay nada más?
Esas ideas de tu ego de ´no es para mí; no estoy preparado; todavía estoy muy impuro´, etc. son precisamente tu obstáculo. Nada más te separa ficticiamente de lo que eres. Nada más te oculta ver lo que ve en ti, lo que siente en ti, lo que eres, lo que brilla en lo que ves.
Te sientes impuro, incapaz, apegado al mundo -lo cambiante-, con miedos, etc. Aún siendo así, siente ahora tu corazón profundo, sincero, y si en él reside la intuición de que ´debe existir algo más; la vida debe ser algo más grande; mi propio ser debe ser algo más pleno y libre y quiero esforzarme por conocerlo, por reconocerlo´ la vía de Mokṣha es una puerta abierta para ti, para que entres, aún con cautela, y la investigues y te investigues por ti mismo, para ti mismo, en ti mismo, a ti mismo. A ver qué pasa. Eso es todo, pero con sinceridad. A ver qué pasa. Veremos…
Si efectivamente resuena en ti, estás preparado, seguirás y eso mismo será tu mayor práctica de purificación, calma y capacidad de concentración en la propia Consciencia, Luz, Vida, plenitud.
(Duda) – Yo he escuchado muchas veces de gente diferente e incluso de Maestros que antes de entrar de lleno en la vía de Liberación hay que hacer mucho Karma-yoga, Guru-seva (servicio al Guru), bhakti (devoción), dharma (tu responsabilidad), practicar auto-disciplina siguiendo los yamas y niyamas, etc, etc.
Sí. Pero, si lo deseas, no hay mayor práctica de todo ello que nombras que escuchar el Mokṣha Śhāstra con devoción junto a un Maestro/a competente -cuyo poder no tiene relación con la mayor o menor fama ni con certificados-, investigar hasta lograr claridad por uno mismo y meditar, contemplar, sentir para establecerse en quien siente por sí mismo, en sí mismo a sí mismo.
Sin complejos del ego ni de inferioridad ni de superioridad. Siendo espiritualmente muy ambicioso: la perfección de mi propio Ser, la belleza pura de la Vida, aquí y ahora. Veremos. Con calma pero con determinación, claridad y fuerza. Siendo en todo lo demás nada ambicioso: en prestigio, dinero, poder, confort y demás pseudo-placeres del cuerpo y la mente.
Con humildad, ya que en el deseo de Liberación, a diferencia de todo otro deseo, no es el ego quien desea reproducirse y crecer, sino tu Ser atrapado en tu ego (idea equivocada de uno mismo) queriendo distinguirse de él, liberarse, reconocerse tal y como es, sin lograr nada, sin perder nada, sin crear nada, sin transformar nada, sin purificar nada.
(Duda) – Y ¿cómo sucede esa percepción equivocada de uno mismo y de la realidad?
Sucede por Māyā, el poder -la maga- que hace que lo real (Existencia una sin diferenciación) aparezca como lo que no es (infinidad de seres y cosas diferentes, lo que cambia). Māyā es real porque se experimenta, pero no es definitivamente real porque se niega. Pero sólo se trasciende con el conocimiento de lo permanentemente real (Brahma-jñāna). Pero eso y para nada más está el Mokṣha Śhāstra.
David Rodrigo (Āchārya Jijñāsu)
Maestro tradicional de Advaita Vedānta
Luz de las Escrituras – Escuela de Advaita Vedānta Tradicional
Formación continua “Escrituras de Advaita Vedānta y Sāṅkhya-Yoga – Conocimiento y práctica tradicional”
http://luzdelasescrituras.wix.com/escueladevedanta
Formación continua
Escrituras de Advaita Vedānta y Sāṅkhya-Yoga – Conocimiento y práctica tradicional
Escrituras originales completas y en orden desde la propia tradición oral:
Sāṅkhya Kārikā, Yoga Sūtras, Viveka Chūḍāmaṇi, Bhagavad Guītā, Upaniṣhads y Brahma Sūtras
El reconocimiento pleno de uno mismo y de la realidad
El sentido de la vida
Mokṣha Śhāstra – Arte y Ciencia de Liberación
En Madrid y a distancia —
Yoga Shala Alcobendas
http://www.ashtanga-yoga-alcobendas.es
Contacto: annayogashala@gmail.com
En Barcelona –
Contacto: luzescrituras@gmail.com
También semi-presencial
Yoga Sūtras, Capítulo II ´Sadhana`
Un fin de semana al mes. En Madrid y a distancia. Yoga Shala Alcobendas
http://www.ashtanga-yoga-alcobendas.es
Contacto: annayogashala@gmail.com
Curso Pañchadaśhī, de Śhrī Vidyāraṇya Muni – Texto fundamental de Advaita Vedānta
Martes, miércoles y jueves. Moksha Yoga, Barcelona y a distancia
Contacto: mokshabarcelona@gmail.com
Presentación de David Rodrigo (Āchārya Jijñāsu)
Se entregó completamente al reconocimiento pleno de sí mismo y de la Verdad desde que en 2008 se fue a Rishikesh, Himalaya, India y dio con su Maestro, Dravidāchārya Rāmakṛiṣhṇan Swāmījī (Shastra Nethralaya Ashram), de la tradición Advaita Vedānta de Śhaṅkarāchārya; discípulo de Swāmī Sarveśānanda Sarasvatī y de su maestro Swāmī Śhānti Dharmānanda Sarasvatī.
Durante seis intensos años de auto-transformación estudió, contempló, aplicó y experimentó con el Maestro, en una relación personal y diaria, la sabiduría liberadora de la tradición revelada en las grandes escrituras completas y originales de las escuelas clásicas de espiritualidad y filosofía en India (ṣhaḍ-darśhana) y sánscrito:
– Advaita Vedānta
– Prasthāna Traya ´Triple Canon´ con el comentario de Śhaṅkarāchārya: Bhagavad Guītā, principales Upaniṣhads y Brahma Sūtras. Éste último con Bhāmatī, el subcomentario de Vāchaspati Miśhra.
– Advaita Siddhi, de Madhusūdana Sarasvatī, parte del Bṛihat Prasthāna Traya ´Gran Triple Canon´.
– Prakaraṇa granthas (textos secundarios) como Viveka Chūḍāmaṇi, de Śhaṅkarāchārya; Pañchadaśhī, de Vidyāraṇya Muni; Vedānta Paribhāsā, de Dharmarāja; Siddhānta-leśha-saṅgraha, de Appayya Dīkṣhita; Dakṣhiṇāmūrti-stotra ´Himno a Dakṣhiṇāmūrti´; Pañcīkaraṇa; Tattva-boddha; o Ātma-jñāna-upadeśha-vidhi.
– Yoga Sūtras de Patañjali, con el comentario de Vyāsa, etc.
– Sāṅkhya Kārikā de Īśhvara Kṛiṣhṇa.
– El resto de las escuelas clásicas (astika darśhana): Artha-saṅgraha (Pūrva Mīmāṁsā); Tarka-saṅgraha (Nyāya-Vaiśheṣhika).
– Gramática del sánscrito (vyākaraṇa): Laghu-siddhānta-kaumudī, de Varadarāja (simplificación tradicional del Aṣhṭādhyāyi de Pāṇini).Fue iniciado además en la Tradición del Yoga Meditación del Himalaya por Swāmī Veda Bhāratī (Swami Rama Sadhaka Grama Ashram, Rishikesh; discípulo de Swāmī Rāma del Himalaya).
En Swami Rama Sadhaka Grama Ashram, Rishikesh empezó a transmitir el conocimiento, la práctica y la experiencia de las escrituras y la meditación; y coordinó Dhyāna Gurukulam, la escuela tradicional del ashram.
En 2014 la vida le trajo de nuevo a España, haciendo disponible directamente -sin vestiduras ni conversiones a lo que no eres-, el conocimiento, la práctica y la experiencia de estas escrituras de sabiduría universal que surgen y conducen a la realización directa e inmediata del Sí Mismo: Existencia, Consciencia, Felicidad misma, sin diferenciación ni transformación, ilimitado.