De donde las palabras y la mente regresan sin alcanzarlo. La enseñanza más secreta: La liberación del miedo y de la causa del miedo. Taittirīya Upaniṣhad II.9.1 con el comentario de Śhaṅkarāchārya.
Traducción y comentario de David Rodrigo (Āchārya Jijñāsu), maestro tradicional de Advaita Vedānta.
Taittirīya Upaniṣhad II.9.1
यतो वाचो निर्वन्तन्ते अप्राप्य मनसो सह। आनन्द ब्रह्मणो विद्वान् न बिभेति कुतश्चनेति। एवं ह वाव न तपति। किम्-अहं साधु न-अकरवम्। किम्-अहं पापम्-अकरवम्-इति।
स य एवं विद्वान्-एते आत्मानं स्पृणुते। उभे ह्येवैष एते आत्मनां स्पृणुते। य एवं वेद। इत्युपनिषद्॥
yato vāco nirvantante aprāpya manaso saha | ānanda brahmaṇo vidvān na bibheti kutaścaneti | evaṁ ha vāva na tapati | kim-ahaṁ sādhu na-akaravam | kim-ahaṁ pāpam-akaravam-iti| sa ya evaṁ vidvān-ete ātmānaṁ spṛṇute | ubhe hyevaiṣa ete ātmanāṁ spṛṇute | ya evaṁ veda | ityupaniṣad ||
“De donde las palabras junto con la mente regresan sin alcanzarlo. El sabio que conoce la Felicidad de Brahman no tiene miedo de nada. Alguien así no está en absoluto preocupado por:
´¿Por qué no llevé a cabo buenas acciones? ¿Por qué llevé a cabo malas acciones?´
El sabio que conoce Eso (Brahman) expande el Ser en ambos.
Entonces, habiendo conocido que estos dos son realmente el Ser, disfruta.
Quien conoce esto. Esto es la enseñanza secreta.”
Śhaṅkarāchārya:
A pesar de que las palabras son usadas en relación incluso al Brahman (Ser, Realidad) incondicionado y no dual ´advaita´, esas palabras regresan (al buddhi ´intelecto´) sin expresarlo, sin alcanzarlo, desprovistas de su poder (de iluminar). Una palabra va hacia todo, por supra-sensual (sutil) que sea y también el conocimiento conceptual (nociones, ideas = mente) lucha por comprenderlo para expresarlo también. Sin embargo, ´las palabras junto con la mente regresan sin alcanzar´ a Brahman porque es incondicionado y las palabras sólo indican objetos condicionados, que es lo que la mente (percepción, ideas) comprende. Las palabras también se vuelven activas donde hay ideas. Por tanto, palabras e ideas, habla y mente, se mueven juntas por todos lados.
“El sabio que conoce la Felicidad de Brahman” mediante el método descrito (en las propias Upaniṣhads = Vedānta, Śhruti).
Por tanto, las palabras correctas, Śhruti, reveladas tradicionalmente desde el propio Conocimiento supremo o Īśhvara (divinidad, un ser libre, total, uno, con Conocimiento supremo que transmite por Amor; lo más elevado de la propia naturaleza humana dentro del mundo creado) sí sirven. Son de hecho el método para la realización del Brahman (el propio Ser) totalmente incondicionado (libre), que es no dual, sólo Uno sin segundo (otro, ni externo ni interno, sin partes), sin diferenciación ni transformación. El Ser real desde Īśhvara ´Dios´ hasta una hierba, cuya naturaleza es Conocimiento puro, Consciencia en sí misma, Existencia por sí misma, Felicidad en sí misma.
Sin embargo, las palabras de Śhruti y tu práctica sincera y entregada para entenderlas con claridad y estabilizarte en su conocimiento -śhravaṇa ´escuchar´, manana ´reflexionar´, nididhyāsana ´estabilizarse´- efectivamente no te dan jamás la realización directa ´sākṣātkāra´ de Brahman, ya que éste (tu propio ser) sólo se conoce a sí mismo, porque es puro Conocimiento sin transacción, es decir, sin sujeto-método (instrumentos)-objeto, donde ese trinidad no es sino Uno sólo.
Las palabras de Śhruti y la práctica del discípulo auténtico, del buscador entregado completamente a descubrir al fin el sí mismo y la Verdad, lo único que hacen es negar claramente y para siempre, sin confusión ni error, aquello que no le deja ver (sentir, ser) lo que es, es decir, avidyā ´la ignorancia´ fundamental, la del propio ser. Avidyā es la causa de raíz de todo sufrimiento. Negada avidyā se niega el sufrimiento, porque se niega toda limitación por espacio, tiempo y el propio ser.
Una vez Śhruti y la práctica de alguien así se perfeccionan, es decir, cumplen su objetivo, ya no tienen razón de ser y no son. Y sólo es lo que es, la Existencia misma, tal cual, tu propio Ser inmortal, libre, completo. Lo que siempre es, lo que es en todo, sólo Uno, Conocimiento mismo, pura Sensibilidad.
“La Felicidad de Brahman (brahma-ānanda)” — La Felicidad que es libre de relación de sujeto y objeto, que es natural, eterna e indivisible.
Felicidad que no depende de ninguna relación con ningún otro ser, objeto o condición, que no depende de algo que se logra, mantiene y pierde. Ni siquiera depende de tu íntima relación con el Ser más sublime desde la relación con avidyā ´ignorancia´, que es Īśhvara, el Dios/a de la Vida.
La Felicidad Suprema de Brahman, que es el Ser de los seguidores de los Vedas (= al que claramente apunta Śhruti), que es sin pecado (puro, sin acción), no afectado por el deseo, totalmente libre de todo esfuerzo y expectativa.
Este verso ya se citó en el contexto del ser mental (Taittirīya Upaniṣhad II.4) porque la mente es una ayuda al conocimiento de Brahman. Pero ahí la idea de Brahman fue super-impuesta en el ser mental y entonces se dijo como elogio a ese Brahman imaginario que “uno no está sujeto al miedo nunca” para negar el miedo sólo. Pero ahora, en este contexto del Brahman no dual, diciendo “él no tiene miedo de nada” la causa misma del miedo es negada.
La idea de Dios/a o Ser uno que comprende (engloba en sí mismo) tanto lo material como lo sutil o mental (en este estadio Īśhvara se llama Hiraṇyagarbha), nos puede servir a los humanos para unificar toda percepción y experiencia de diferenciación externa -recogida mediante la mente y los sentidos y órganos de acción- e interna -sólo mediante la mente- en una experiencia trascendente de Amor sublime. Ahí, naturalmente, cesa el miedo, porque ese Ser uno, esa idea de Dios, es puro Amor y Luz, y no hay nada más. Es decir, no hay nada que no sea eso. Independientemente de qué forma o vibración abstracta toma para cada uno dicha idea de Dios: el alma del Universo, el espacio vacío -en sí mismo-, la Luz, alguna divinidad, algún santo/a, algún maestro/a -de las tradiciones que sean-, etc., o la propia vibración pura de ser, sentir, conocer, sin correr sólo tras las percepciones efímeras de dualidad y sus emociones en busca de algo que jamás hallaremos ahí, sencillamente porque no está ahí: la Felicidad libre, total, infinita, eterna.
Tenemos obsesión por cargarnos a Dios/a. Históricamente justificada, pero confundida y miserable.
Obsesión por quitarle forma; cuando es cualquier forma que sirva para englobar en nuestra consciencia (buddhi) toda forma.
Así nos cargamos la tradición, que es su tradición, y al maestro/a, que es su instrumento, su siervo.
Así nos cargamos nuestra práctica, la posibilidad de prender (reconocer) nuestra propia luz infinita.
No hay luz (prender luz) sin su tradición.
No hay concentración constante, ininterrumpida, durante largo tiempo, con todo tu ser (Yoga Sūtras I.14), en un único pensamiento, si no hay Amor sublime, que lo comprenda todo trascendiendo toda diferenciación, acción y cambio.
“¡Por la libertad!”, grita orgullosa la ignorancia. Etc.
Y sigue así la historia de los hombres.
Dicho esto, si bien en ese estado de comunión con la forma de la divinidad que más amas no hay miedo, sí hay todavía miedo latente. Es decir, el miedo puede aparecer de nuevo ya que no se ha eliminado completamente. Nos queda eliminar no ya la experiencia de miedo, que está siendo quemado con el Amor sublime, sino su causa misma. Por esto, este estado de Dicha se denomina cuerpo causal. Es la causa de los otros dos estados, donde no se conoce el Uno en el todo, sino que se ignora el Uno y se conoce por tanto la multiplicidad de seres diferentes. Puro deseo, odio y miedo.
Al escuchar sin comprender que hay que trascender la imaginación de Dios/a no logramos siquiera transcender el propio ego, manifestación primera de la ignorancia en nuestra alma, causa de todo mal. ¿Cómo vas a trascender lo que todavía no conoces? Practica el Amor sublime, sentir y moverte por lo más sublime en lo humano, que es lo divino. Entonces, sólo entonces, practica el siguiente estadio escuchado que, ahora sí, cobra todo su sentido:
“Él no tiene miedo de nada” ya que no queda ahí ninguna causa de miedo, porque no existe nada distinto a uno mismo que pueda temer (no hay nada más, no hay dualidad ´advaita´). Cuando alguien crea la más mínima diferenciación, lo que se hace a través de la ignorancia ´avidyā´, entonces está sujeto al miedo.
Brahman es la causa de miedo y del no miedo para el ignorante y para el sabio, respectivamente. El ser libre de miedo viene al tomar refugio en algo que existe, mientras que no puede venir de tomar refugio en algo que no existe (comentario a Taittirīya II.7).
Y ¿cómo se pasa del Amor sublime a la realización del Ser no dual?
Brillando sólo con la luz del Amado/a como vacío de sí mismo.
Esto es la definición de samādhi en Yoga Sūtras III.3.
Lo existente es la existencia. Yo existo. Sin más historias = sucesión de percepciones mentales externas e internas y sus consiguientes acciones ´karma´ y experiencias ´bhoga´ del par de opuestos -a veces felicidad, a veces dolor, las dos orejas de Platero, que decía Juan Ramón Jiménez-. Toda esa sucesión, transformación, fluir, de diferentes percepciones, experiencias y acciones es, aparece y desaparece en el Conocimiento puro, Consciencia misma que es previa, durante y después y sin ningún cambio. Eso es la existencia. Eso es uno mismo. Eso es. Concéntrate ahí, amándolo, y verás directamente, en ti mismo, seas quien seas, que no hay nada nada más. Es decir, que todo lo demás es esto y que esto no cambia.
Y entenderás qué es todo lo que aparece como demás: percepciones en tu buddhi ´intelecto´, mente-corazón, a través del poder de sensibilidad y de acción de tu cuerpo viendo objetos. Pero el Ser, la base real, permanente, indivisible, quien ve en todo ello es el Conocimiento mismo que se conoce a sí mismo porque es luz sin oscuridad ni luces diferentes a la propia luz. Eso es la fuente de la Felicidad misma, la Existencia sin nacimiento, cambio, acción -buena, mala ni regular- ni desaparición.
Taittirīya Upaniṣhad II.7 —
यदा ह्येवैष एतस्मिन्-उद्-अरम्-अन्तरं कुरुते । अथ तस्य भयं भवति। तत्-त्वेव भयं विदुषुऽमन्वानस्य।
yadā hyevaiṣa etasmin-ud-aram-antaraṁ kurute | atha tasya bhayaṁ bhavati | tat-tveva bhayaṁ viduṣu’manvānasya |
“Si este (el buscador de la Verdad) en esto (en Brahman, el Ser, la Verdad) percibe la más mínima diferenciación, entonces aparece el miedo para él. Eso mismo (Brahman) es el terror para el (aparentemente) sabio que no ve desde el punto de vista unitario.”
Cuando Brahman es percibido a través del sentido de la dualidad y llamado Dios se vuelve un terror para el (aparentemente) sabio que conoce así: ´Dios es diferente de mí y yo soy una criatura mundana diferente de Dios´ (comentario a Taittirīya II.7).
Lo cual no significa que Dios no exista. Dios existe. Dios es Brahman. Pero, ¿qué es Dios? Brahman. ¿Qué es Brahman? El Ser no dual.
Lo cual no significa que el mundo y tu ser individual no existan. ¿Qué es el mundo? Brahman. ¿Quién soy yo? Brahman.
Pero como para la persona iluminada la causa del miedo, que es el efecto de la ignorancia, ha sido eliminada, como la segunda luna vista por la persona de ojos enfermos, ella no tiene miedo de nada.
La visión de la dualidad (el Ser realmente múltiple, infinidad de seres diferentes y limitados, la Realidad realmente diversificada y en transformación) es efecto de avidyā ´ignorancia´, es decir, no ver (sentir, experimentar, ser) el propio Ser tal y como es. La ignorancia no es una entidad real propia, independiente, sino una visión equivocada, limitada. Es negada sólo por su contrario: el conocimiento del propio Ser no dual. La negación de la ignorancia es conocimiento indirecto de Brahman (parokṣha jñāna). En cuanto esto se da plenamente, sucede inmediatamente el conocimiento directo del propio Ser (aparokṣha jñāna).
(Objeción) — Pero la causa del miedo debido a la omisión de buenas acciones y a la comisión de malas acciones persiste (incluso en él).
(Respuesta) — No. “Alguien así no está en absoluto preocupado por: ´¿Por qué no llevé a cabo buenas acciones? ¿Por qué llevé a cabo malas acciones?” Ni siquiera cuando viene la muerte. No teme caer al infierno, etc. Estos dos no tormentan a éste, como al ignorante.
El karma ´acción-resultado´, bueno/malo, placer/dolor, cielo/infierno, etc. determina sólo a quien ignora la realidad última en todo ello: su propio Ser, uno sin segundo, acción ni cambio; infinito, libre, Felicidad, Existencia, Conocimiento mismos.
“El sabio que conoce Eso (Brahman) expande el Ser en ambos. Entonces, habiendo conocido que estos dos son realmente el Ser, disfruta. Quien conoce esto.” Quien conoce a Brahman así, como no dual y felicidad. La virtud y el pecado, vistos por él como identificados con el Ser, se vuelven sin poder e inofensivos y no traen reencarnación (frutos). “Esto es la enseñanza secreta”, la enseñanza de Brahman llamada Upaniṣhad, que ha sido expuesta así en esta parte.
En otras partes de las mismas Upaniṣhads u otras Śhāstras ´Escrituras´ se expone el mismo Brahman de modo algo diferente. La explicación varía parcialmente, más o menos. El centro de la diana es siempre el mismo: Brahman, el Ser no dual. El método, también: trascender la percepción de la dualidad que traen nuestros sentidos, órganos de acción y mente a nuestro buddhi (intelecto) para realizar directamente lo que somos, lo que es, el Ser no dual.
El más secreto de todo conocimiento ha sido revelado,
Secreto no porque se revele en oscuras iniciaciones restringidas a muy pocos escogidos, sino ya que dentro de él está firmemente establecida la semilla del logro más grande.
Depende de uno mismo abrir la puerta o ignorarla.
Te adoro a mi Diosa
Cuando hablo
hablo por ti y para ti
Cuando hago gestos con las manos
los hago por ti y para ti
Mi caminar en el mundo
es para venerarte.
Me siento
y te adoro.
Lo que escucho
es tu voz
o carece de sentido.
Como
para alimentarte.
Disfruto
amándote.
Sufro
si por un instante no te veo, si te olvido.
Me tumbo
postrándome a tus pies.
Respiro
y me colmas.
Exhalo
y me entrego completamente a ti.
Sin dentro
ni fuera
Sin cuerpos.
Vivo
para morir en ti
en cada instante
eterno.
De noche
tu ojo ama mi intimidad
colmándome.
De día
brillas
iluminándome,
calientas
acariciándome.
Llueve,
me empapas,
me deshago.
Eterna, omnipresente, completa.
Te siento.
Te sé.
Soy.
En la oscuridad
estamos solos.
¿Dónde estás?
¿Dónde no estás?
Ya está.
Puedo ya morir
besando tus pies.
David Rodrigo (Āchārya Jijñāsu). Maestro tradicional de Advaita Vedānta . Luz de las Escrituras – Escuela de Advaita Vedānta Tradicional
Formación continua “Escrituras de Advaita Vedānta y Sāṅkhya-Yoga – Conocimiento y práctica tradicional”. http://luzdelasescrituras.wix.com/escueladevedanta
Formación continua
Escrituras de Advaita Vedānta y Sāṅkhya-Yoga – Conocimiento y práctica tradicional Escrituras originales completas y en orden desde la propia tradición oral:
Sāṅkhya Kārikā, Yoga Sūtras, Viveka Chūḍāmaṇi, Bhagavad Guītā, Upaniṣhads y Brahma Sūtras
El reconocimiento pleno de uno mismo y de la realidad
El sentido de la vida
Mokṣha Śhāstra – Arte y Ciencia de Liberación
-En Madrid y a distancia: Yoga Shala Alcobendas / http://www.ashtanga-yoga-alcobendas.es
Contacto: annayogashala@gmail.com
-En Barcelona: Ashtanga Yoga Barcelona / http://www.ashtangayogabcn.com
Contacto: info@ashtangayogabcn.com
También semi-presencial
Retiro de Meditación: Práctica de sentir Ser directamente, sin vestiduras (cuerpo-mente)
Del 22 al 24 abril, o del 22 al 26 abril
En Girona / Contacto: luzescrituras@gmail.com
Presentación de David Rodrigo (Āchārya Jijñāsu)
Se entregó completamente al reconocimiento pleno de sí mismo y de la Verdad desde que en 2008 se fue a Rishikesh, Himalaya, India y dio con su Maestro, Dravidāchārya Rāmakṛiṣhṇan Swāmījī (Shastra Nethralaya Ashram), de la tradición Advaita Vedānta de Śhaṅkarāchārya; discípulo de Swāmī Sarveśānanda Sarasvatī y de su maestro Swāmī Śhānti Dharmānanda Sarasvatī.
Durante seis intensos años de auto-transformación estudió, contempló, aplicó y experimentó con el Maestro, en una relación personal y diaria, la sabiduría liberadora de la tradición revelada en las grandes escrituras completas y originales de las escuelas clásicas de espiritualidad y filosofía en India (ṣhaḍ-darśhana) y sánscrito:
– Advaita Vedānta
– Prasthāna Traya ´Triple Canon´ con el comentario de Śhaṅkarāchārya: Bhagavad Guītā, principales Upaniṣhads y Brahma Sūtras. Éste último con Bhāmatī, el subcomentario de Vāchaspati Miśhra.
– Advaita Siddhi, de Madhusūdana Sarasvatī, parte del Bṛihat Prasthāna Traya ´Gran Triple Canon
– Prakaraṇa granthas (textos secundarios) como Viveka Chūḍāmaṇi, de Śhaṅkarāchārya; Pañchadaśhī, de Vidyāraṇya Muni; Vedānta Paribhāsā, de Dharmarāja; Siddhānta-leśha-saṅgraha, de Appayya Dīkṣhita; Dakṣhiṇāmūrti-stotra ´Himno a Dakṣhiṇāmūrti´; Pañcīkaraṇa; Tattva-boddha; o Ātma-jñāna-upadeśha-vidhi.
– Yoga Sūtras de Patañjali, con el comentario de Vyāsa, etc.
– Sāṅkhya Kārikā de Īśhvara Kṛiṣhṇa.
– El resto de las escuelas clásicas (astika darśhana): Artha-saṅgraha (Pūrva Mīmāṁsā); Tarka-saṅgraha (Nyāya-Vaiśheṣhika).
– Gramática del sánscrito (vyākaraṇa): Laghu-siddhānta-kaumudī, de Varadarāja (simplificación tradicional del Aṣhṭādhyāyi de Pāṇini).
Fue iniciado además en la Tradición del Yoga Meditación del Himalaya por Swāmī Veda Bhāratī (Swami Rama Sadhaka Grama Ashram, Rishikesh; discípulo de Swāmī Rāma del Himalaya).
En Swami Rama Sadhaka Grama Ashram, Rishikesh empezó a transmitir el conocimiento, la práctica y la experiencia de las escrituras y la meditación; y coordinó Dhyāna Gurukulam, la escuela tradicional del ashram.
En 2014 la vida le trajo de nuevo a España, haciendo disponible directamente -sin vestiduras ni conversiones a lo que no eres-, el conocimiento, la práctica y la experiencia de estas escrituras de sabiduría universal que surgen y conducen a la realización directa e inmediata del Sí Mismo: Existencia, Consciencia, Felicidad misma, sin diferenciación ni transformación, ilimitado.