André Van Lysebeth y su legado

2016-02-23

Cuando hablamos de maestros de yoga, de guías espirituales, de swamis o gurus, que dan como una fuente inagotable su conocimiento a quien sea capaz de tomarlo, los occidentales debemos rendir un justo reconocimiento a uno de los más importantes difusores del yoga durante el siglo XX. Escribe Pablo Rego.

Van Lysebeth

Durante su experiencia de vida André Van Lysebeth (1919-2004) bebió directamente de la fuente de la sabiduría siendo bendecido por el gran maestro hindú Swami Sivananda, de quien este belga atraído por los métodos del control de la mente y la hipnosis aprendió directa y sistemáticamente. A mediados de la década de los 50s comenzó a buscar puntos de conexión entre la sabiduría milenaria y la mística en relación con la ciencia occidental y sus recursos más modernos.

Hoy en día es normal enterarse de que ciertos conceptos que los yoguis tenían por verdades, surgidos desde la percepción, pueden comprobarse mediante aparatos tecnológicos capaces de “comprobar científicamente” lo que los maestros enseñan desde la intuición o la comprobación empírica desde hace milenios, pero a mediados del siglo XX la tecnología y los occidentales estábamos muy lejos de “captar” la sutileza de los procesos del Ser.

André Van Lysebeth fue un gran practicante de yoga y un estudioso. Desde sus conocimientos en medicina occidental profundizó sus estudios del yoga, desde la práctica, respetando las enseñanzas más profundas de manera estricta y también aportando sus reflexiones, conceptos y estudios para conseguir un acercamiento excepcional entre dos mundos que en ese entonces no estaban tan próximos y no resultaban tan accesibles como ahora.

Como creador literario y maestro de yoga, Van Lysebeth inauguró asociaciones y federaciones, hasta la rama europea de la Federación Internacional de Yoga; desde su escuela formó a cientos de instructores y fue visitado allí por muchos de los más renombrados maestros de la India.

En su Bélgica natal compartió directamente el conocimiento en la televisión, creó la revista Yoga (1963-2008) y como creador literario dejó cinco obras de difusión que son un tesoro desde el punto de vista de la información y un gran modelo para muchísimos practicantes, estudiosos, profesores y maestros que más adelante en el tiempo crearon sus propios trabajos, siguiendo sus pasos.

Los libros en español de André Van Lysebeth

Los libros Aprendo Yoga (1968), Perfecciono mi Yoga (1970) , Mi sesión de Yoga (1979) abrieron una puerta a un estilo ejemplar en el que el autor va mezclando en su relato, experiencias personales, descubrimientos científicos, sabiduría aprendida en India y conclusiones de campo. Y desde ese lugar, cada unos de sus libros van llevando al lector, de la misma manera que el guía lleva al discípulo, a una práctica profunda, seria y a consciencia.

Pranayama, a la serenidad por el Yoga (1971) es quizá el libro más completo jamás escrito de esta ciencia que forma parte del yoga. La mayor parte de la información disponible en Occidente acerca de este tema tan importante y rico se la debemos a este autor. Este trabajo es una obra única, casi un tratado que seguido debidamente nos puede conducir a una excelente práctica y control de la energía a través de la respiración.

Además de estos trabajos Van Lysebeth nos legó su gran obra Tantra, el culto de lo femenino (1988), un trabajo de los más serios y respetables disponibles en la actualidad para comprender de manera profunda y a la vez práctica esta filosofía que se entrelaza con el yoga en el mundo del desarrollo espiritual y las prácticas ancestrales. Y lo escribió como el yogui-científico en el que se fue convirtiendo, durante muchos años y sin ninguna prisa, sino con mucho celo y detenimiento en cada palabra, en cada capítulo, en cada ejercicio, luego de más de treinta años de estudios.

Las obras de André Van Lysebeth son el reflejo de su trabajo como pionero del estudio serio de una disciplina que hasta sus tiempos tenía más de magia, habladuría y misterio que de certeza y entendimiento en Occidente. Quizás a él le debamos muchos de los conceptos que hoy en día guían nuestras clases de yoga, gracias a su maestría para aprender, entender, traducir y transmitir el conocimiento científico y espiritual del yoga.

Pablo Rego. Profesor de Yoga, Masajista-Terapeuta. Diplomado en Salud Ayurveda

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