Se ha especializado en llevar el mindfulness o atención plena a las aulas para profesores y a las familias. Y nos enseña algo en verdad valioso: a hacer de nuestros hijos personas sencillas que puedan disfrutar de la belleza natural de la vida antes que consumidores sofisticados y condicionados a repetir nuestros errores. Es una entrevista Yoga en Red.
Victoria Martín-Moreno nos cuenta qué supuso para ella conocer el mindfulness: «Descubrí lo que llevaba buscando hacía años: un lenguaje para acercar la práctica de la meditación a un colectivo de personas mucho más amplio, porque llegaba ya no solo a gente con un interés espiritual, sino también a personas que simplemente buscaban tener menos estrés y ansiedad, las cuales se beneficiaban del componente de despertar la conciencia y “ver más a los demás”, ya que está implícito de cualquier forma».
«El gran descubrimiento fue ver que el mindfulness se llevaba aplicando al entorno educativo desde hacía 10 años en Estados Unidos con resultados muy positivos. Así que me formé desde diferentes escuelas y he ido haciéndome con un método y un lenguaje para guiar a los niños en la práctica de conciencia plena. Y, ante la necesidad de materiales para poder hablar a los niños de las emociones, de los diferentes tipos de felicidad, de los motivos por lo que merece la pena aprender a meditar, comenzó a hacer libros y fundé la editorial Coco Tips«.
¿En qué consiste los cursos de Mindfulness en Familia?
Padres e hijos van aprendiendo juntos a focalizar la atención en los sonidos, en la respiración, en el cuerpo… Cada sesión aprenden algo nuevo presentado en un lenguaje muy sencillo que los niños pueden comprender. Y durante la semana siguen practicando lo aprendido con ayuda de materiales como la Aventura Espacial, que les motiva para sentarse cada día unos minutos juntos, o el Reto de la Semana, que les ayuda a recordar la práctica cuando están en el colegio, o con los amigos… Los padres y madres tienen además sesiones dirigidas solo a ellos para poder abordar la comprensión del mindfulness desde una perspectiva y un lenguaje más adulto.
¿Cuáles son sus principales objetivos, sus aplicaciones?
En primer lugar que comprendan qué es el mindfulness realmente, porque hay algunas malas interpretaciones, como pensar que mindfulness es una técnica de relajación para que los niños estén tranquilos, cuando en realidad la relajación es una consecuencia que a veces se da, pero no es el fin. El fin es permanecer presentes sea cual sea la experiencia que se presente (ya sea una puesta de sol, el agua cayendo sobre la piel, un helado de chocolate o sentirse aburrido o enfado…). El segundo objetivo es que lleguen a crear un hábito de practicar juntos en casa unos minutos para que poco a poco puedan obtener los muchos beneficios que tiene esta práctica.
¿Qué aporta el Mindfulness a los niños y a la relación paterno-filial?
La integración del mindfulness aporta una forma de ser más presente y abierta, lo que facilita la comunicación, la gestión emocional, la comprensión de uno mismo y de los demás miembros de la familia. Algunas familias me han dicho que sienten que hay más respeto entre todos y que han adquirido una herramienta para solucionar problemas. Además les proporciona más tiempo de calidad juntos, y como a los niños les ayuda mucho que sus padres les presten atención, también he visto que puede ayudar a mejorar la autoestima de los niños.
En tu opinión ¿qué carencias o condicionamientos de la vida que llevamos obstaculizan el proceso educativo y la comunicación con los niños?
La velocidad, el vivir en piloto automático sin tiempo para pararnos a reflexionar antes de tomar decisiones y sin espacio para comunicarnos de una manera consciente y compasiva.
El no pararnos a escuchar qué nos están diciendo los niños con sus comportamientos, y creer que no hay una causa que les lleva a actuar como lo hacen.
El querer que los niños encajen en un molde que nos dicta una sociedad que, desde mi punto de vista, no está orientada a la felicidad real de las personas sino a buscar una pseudoseguridad aún a costa de estar viviendo una vida que no nos satisface. El creer que los niños van a ser felices si repiten el mismo camino que nosotros hemos hecho, orientándoles a convertirse en consumidores sofisticados en lugar de en personas sencillas que puedan disfrutar de la belleza natural de la vida.
La falta de autonoconocimiento de nosotros mismos que nos lleva a proyectar en los niños nuestras sombras y nuestras neurosis.
¿Por qué funciona y cómo funciona el mindfulness para ayudar a los niños a centrarse, a comunicarse, a gestionar sus emociones?
El mindfulness te trae de vuelta a tu cuerpo, para empezar. Porque cualquiera que preste un poco de atención puede darse cuenta como nuestra mente va por un lado y nuestro cuerpo por otro. Vamos caminando pero no nos damos cuenta del suelo que pisamos porque nuestra mente está planeando lo que vendrá luego, o está dándole vueltas a lo que pasó ayer… Eres consciente de esto cuando una noche al aparcar el coche en casa te das cuenta de que no tienes ni idea de cómo has llegado hasta ahí. O cuando después de pasar varias páginas del libro reconoces que no te has enterado de nada.
Cuando estamos en nuestro cuerpo, ya estamos en el presente. Cuando nos damos cuenta de cada respiración, hemos vuelto a casa. La mente loca ha dejado de saltar de una idea a otra, de un pensamiento a otro, y está aquí, ahora, presente, consciente. Y desde aquí es más fácil comunicar, escuchar, darte cuenta de cómo te sientes, saber qué hacer con una emoción difícil para que no te engulla sin tampoco reprimirla…
El fracaso escolar, la precaria comunicación con los padres, el exceso de tiempo dedicado al móvil o al ordenador…¿ puede todo ello mejorar gracias al mindfulness?
El mindfulness no es la panacea que cura todos los males, pero si se practica regularmente nos ayuda a sacar nuestro máximo potencial y de esa manera, como adultos, somos más capaces de dar a los niños lo que necesitan: silencio a veces, conversación otras, confianza incondicional en algunas ocasiones, límites claros en otras… Como no hay recetas porque cada niño, cada niña, cada familia, cada situación es única, lo mejor que podemos tener es presencia para sentir a los demás, empatía y compasión para comprender sin juzgar (a ellos y a nosotros mismos), valentía para hacer lo que creemos que debemos hacer… El fracaso escolar, el exceso de tiempo con el ordenador o con el móvil es una forma de comunicarse de los niños, que gracias al mindfulness quizás podamos escuchar mejor.
¿Qué más nos dirías sobre los beneficios de hacer un curso para aplicar mindfulness en familia?
He visto a un niño de 6 años comprender con claridad que tenemos una mente que es como un mono que salta sin parar, que cuando le das un trabajo a ese mono, como observar la respiración, la mente se tranquiliza. He visto a unos hermanos enseñar mindfulness a sus primos cuando se habían peleado. He visto una familia que ha creado el hábito de juntarse cada noche en la cama de los padres para hacer un poco de meditación antes de acostarse o a una niña que, al ver pasar por la calle a un anciano que le costaba caminar, le mandaba pensamientos mágicos: “que estés bien, que estés sano, que estés feliz”. He visto una madre comprender que eran las expectativas de cómo debían ser sus hijos lo que le hacía sentirse frustrada.
Es simplemente consciencia, y está en todos nosotros. Por eso sé que es posible. Y es esperanzador.
Los cursos de Iniciación y Avanzado de Mindfulness en Familia
Fechas de comienzo en octubre y en enero. Infórmate aquí:
http://www.city-yoga.com/servicios/mindfulness/mindfulness-en-familiaImparte: Victoria Martín-Moreno. Formación en mindfulness en el entorno educativo a través de la Organización Mindful Schools, Curso Internacional de Mindfulness Escuelas Despiertas de la Universidad Autónoma de Barcelona, formación en meditación para niños a través de Rigpe Yeshe y formación en yoga para niños y familias a través de Rainbow Kids Yoga.
Programa de Reducción del estrés basado en Mindfulness (MBSR) por la Universidad Complutense de Madrid.
www.cocotips.esDónde: Madrid. City Yoga. c/Artistas 43 / T 91 553 4751 – 91 025 9233 – 685 549 906.