Un curso que empieza en Madrid el 8 de mayo: la transmisión completa del texto original de Patañjali con su sabiduría, práctica y experiencia tradicional que conduce al reconocimiento absoluto de uno mismo. Ver la primera parte aquí.
Ahora tenemos en España la oportunidad de estudiar el original de esta gran obra de sabiduría universal con David Rodrigo (Āchārya Jijñāsu) a partir del 8 de mayo en Yoga Shala Alcobendas, Madrid y a distancia. Éste estudió y practicó los YS y otras grandes escrituras y prácticas de las escuelas clásicas de filosofía y espiritualidad en India (astika darśana) directamente de los maestros tradicionales Dravidāchārya Rāmakṛiṣṇan Swāmījī (tradición Advaita Vedānta de Śaṅkarāchārya) y Swāmī Veda Bhāratī (tradición de los yoguis del Himalaya) durante seis años en Rishikesh, India.
Obstáculos = tu distracción
Con estas prácticas los obstáculos se eliminan y se realiza la consciencia interna. Los obstáculos son las distracciones de la mente ´vikṣepa´: enfermedad física, enfermedad mental, dudas, no practicar, holgazanería, no lograr vairāgya ´desinterés´ respecto a los deseos mundanos, tener una filosofía de vida equivocada ´bhrānta-darśana´, no experimentar samādhi (absorción en la consciencia pura) y/o no poder estabilizarse en samādhi = limitarse a experiencias especiales fugaces.
Estos obstáculos a la práctica o distracciones mentales vienen siempre acompañados de sufrimiento ´duḥkha´, frustración y movimiento involuntario o agitación del cuerpo y la respiración. (I.29-31)
Chitta-prasāda
Para poder concentrarte y por tanto practicar, tu mente tiene que estar pura, clara, calmada, satisfecha ´chitta-prasāda´. Para ello, el capítulo primero de los cuatro que forman lo YS ´samādhi-pāda´ señala distintas prácticas. Por ejemplo:
- Cultivar los brahma-viharas: amor ´maitrī´ a la gente que ya experimenta la felicidad ´sukha´ interior en distintos grados (maestros/as, hermanos/as de práctica espiritual); compasión ´karuṇā´ con los seres que sufren; alegrarse ´muditā´ con los bondadosos y ecuanimidad ´upekṣa´ (no odiar) con los que practican el mal, el vicio, etc.
- Prāṇāyama u observar la respiración, que debe ser profunda y sutil, con concentración mental en un punto, y extender la exhalación. (II.46-48)
- Concentrarnos en la luz libre de angustia ´jyotiṣmatī´ que vibra en la cueva de nuestro corazón; o en los seres libres de deseo o sabios ´siddhas´; o en la consciencia en el estado de sueño y de sueño profundo; o en lo placentero, etc. (I. 29-39)
Saṁsāra
Si tienes problemas para estabilizarte en la práctica de abhyāsa ´concentración´ y vairāgya ´desinterés´, algo absolutamente común, tienes que trabajar más en limpiar las impurezas ´kleśas´ de tu cuerpo físico y de tu mente-corazón y así alimentar samādhi. Tus impurezas ´kleśas´ son: ignorancia ´avidyā´→ego ´asmitā´→deseo ´rāga´, odio ´dveṣa´, miedo a dejar de ser ´abhiniveśa´ (II.3).
De estas impurezas ´kleśas´ surgen tu karma ´acción´ con kleśas (con ego, deseo, odio y/o miedo) y tu karma da fruto ´vipāka´ en forma de tus experiencias ´bhoga´ de mayor o menor placer ´sukha´ o sufrimiento ´duḥkha´ dependiendo de si el karma que las provocó es de mayor o menor bondad ´punya´ o maldad ´pāpa´, respectivamente. El karma no experimentado inmediatamente se acumula ´karma-āśaya´ para que lo experimentes en un futuro, en la vida de este cuerpo físico o en otros futuros. Esto es un círculo que se retro-alimenta eternamente (saṁsāra) y que es experimentado por tu cuerpo sutil, que nace en un cuerpo físico apropiado para experimentar su karma fructificado (prārabdha karma), muere y vuelve a nacer hasta tu ser interior se purifica y se cultiva con la sabiduría liberadora, de modo que gira su interés de los objetos al Ser eterno, omnipresente e inmutable (puruṣa) y se entrega definitivamente al amado (samādhi) hasta no ser más que lo que es.
La secuencia ´krama´ de saṁsāra es por tanto impurezas ´kleśas´ (ignorancia, ego, deseo, acción, miedo) → karma → vipāka (fructificación del karma: experiencias relativas de placer y dolor) → karma-āśaya (el karma no experimentado se acumula a la espera de fructificar y ser experimentado). Todo ello crea impresiones mentales ´saṁskāras´ de dispersión (vyutthāna). Estas se niegan con su contrario, las impresiones mentales de abhyāsa ´concentración´ y vairāgya ´desapego´: 1º nirodha, de cesar lo anterior, 2º samādhi, de abrazar la infinitud que vibra en la cueva de tu corazón.
Kriyā Yoga
El trabajo de limpieza de tus impurezas o Kriyā Yoga (II.1-3) consiste en:
– Tapas: control de las tendencias de tu personalidad que obstaculizan tu práctica de abhyāsa ´concentración´ y vairāgya ´desinterés´ cultivando su contario ´prati-pakṣa´. Ej.: el odio con la amistad; el deseo con la ecuanimidad entendiendo también los defectos del objeto de deseo; el enfado con la calma concentrándose en la respiración, en los sabios, en la divinidad que amas, en el placer, etc.; el miedo con la confianza fruto de la entrega a la divinidad, o en la concentración en lo inmutable y omnipresente, o recordando que tu existencia existe incluso sin la existencia de tus instrumentos –cuerpo, mente–, etc.
– Svādhyāya: estudio tradicional de las escrituras liberadoras ´mokṣa-śāstra´ y cultivar constantemente la presencia en ti de su significado practicando japa o la recitación de tu mantra, SO´HAM, OM, etc.
– Īśvara-praṇidhāna: sentir constantemente la presencia de la divinidad ´Īśvara´ en los cuatro costados y entregarle todo tu ser (acciones, pensamientos, emociones).
– Dhyāna ´meditación´ en la consciencia pura, que limpia las impurezas de la mente subconsciente (II.10-11).
Aṣṭaṇga Yoga
Kriyā Yoga, el trabajo de limpiar las impurezas de tus cuerpos físico y sutil y alimentar samādhi, se explica en los famosos ocho pasos del yoga ´Aṣṭaṇga Yoga´ (II.28-30):
Ética (yamas y niyamas):
– Yamas: ahiṁsā, no dañar a ningún ser ni de pensamiento, palabra ni acción; satya, vivir según lo que es verdad; asteya, no robar, no desear; brahmacharya, control del órgano sexual; aparigraha, no posesividad, no aceptación como ´mío´.
– Niyamas: śauca, pureza física y mental; santoṣa, estar feliz y ecuánime; tapas, svādhyāya e Īśvara-praṇidhāna, explicados previamente.
Los beneficios de estabilizarse de los yamas y niyamas son los siguientes (II.35-45):
Ahiṁsā: Todas las mentes abandonan la hostilidad ante la presencia de alguien estabilizado en ahiṁsā.
Satya: Se hace y sucede lo que se desea.
Asteya: Todos los tesoros están a tu disposición.
Brahmacharya: Tienes poder, energía ´vīrya´.
Aparigraha: Se conocen los distintos nacimientos y sus porqués.
Śauca, pureza 1. física: desinterés por las partes del propio cuerpo y su unión con otros cuerpos; 2. sutil mediante dhyāna ´meditación´: claridad, belleza interior ´saumanasya´, concentración ´ekāgrya´, conquista de los sentidos ´indriya-jaya´ y preparación para ver el ser absoluto ´ātma-darśana´.
Santoṣa: felicidad ´sukha´ insuperable, en relación a la que da la experiencia de objetos deseados.
Tapas: eliminas impurezas y logras ser el maestro de tu cuerpo y sentidos.
Svādhyāya: comunión con la divinidad que amas.
Īśvara-praṇidhāna: perfeccionas samādhi.
– Āsana ´postura´ del cuerpo físico, que debe ser estable y placentera ´sthira-sukham´ y que se perfecciona relajando el esfuerzo concentrándose en el infinito, dejándose llevar, despojándose, de modo que se deja de sufrir por el par de opuestos ´dvanda´ (frío-calor, placer-dolor…) (II.46-48). La relajación física y mental es fundamental para soltar lastre = apego a los objetos y tus relaciones, identificación con tu mente ´chitta´.
– Prāṇāyama, observar la respiración de modo que sea profunda, larga, sutil, con concentración, etc. para lograr la capacidad de concentración mental ´dhāraṇa´ (II.49-53).
– Pratyāhara: la no unión de los cinco sentidos (oído, tacto, vista, gusto y olfato) con sus respectivos objetos de percepción, de modo que se logra el control final de los sentidos ´indriyas´ (II.54-55).
– Dhāraṇa: limitar la mente en un solo lugar.
– Dhyāna ´meditación´: el fluir continuo de la misma percepción en dhāraṇa.
– Samādhi: la mente ´chitta´ se ha vaciado de sí misma y asumido la naturaleza del objeto de meditación, por lo que sólo éste brilla.
Saṁyama
Dhāraṇa, dhyāna y samādhi conjuntamente se denominan saṁyama y son internas ´antar-aṅga´ o más sutiles en relación a las cinco partes anteriores del Aṣṭaṇga Yoga. El resultado de dhāraṇa, dhyāna y samādhi es prajñā, el conocimiento intuitivo de la consciencia plena. Sin embargo, son prácticas todavía externas en relación a nir-bīja samādhi, el samādhi definitivo. Igual que prajñā o buddhi sattva –el sentido puro del yo– es adhyātma prasāda, la belleza del ser interior, en relación a chitta ´mente´ pero es todavía externa en relación a puruṣa en kaivalya, Solo, absoluto. (III.1-8)
El tercer capítulo de los YS ´vibhūti pāda´ y los comentarios explican en detalle distintas prácticas de concentración-absorción (saṁyama) cuyo resultado es reconocer la unidad permanente (dharmī) en lo cambiante (dharma): la verdad tanto del sujeto como de los objetos, de la consciencia o espíritu (puruṣa) y de la materia (pradhāna).
Los héroes
El yogui logra maestría desde los átomos a lo más inmenso (I.40), de los elementos que constituyen lo externo y material y su cuerpo, de sus órganos de acción y de percepción y del conjunto de su mente, no tiene ningún interés en todo ello y así reconoce la plenitud natural de lo que es. Ha logrado lo que hay que lograr, el sentido de la vida ´puruṣa-artha´. Ya no le queda nada más por hacer ni lograr. Simplemente es y disfruta de lo que es, en el presente más allá del tiempo, en el aquí más allá del espacio. Su presencia compasiva ilumina a los héroes, buscadores sinceros, maduros.
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