Pocos libros tan rotundos como el Yogasûtra de Patañjali, ese pequeño «aleph» que encierra en sus 195 aforismos infinitos universos. Y, en el ámbito de lo que se conoce como yoga de occidente, pocos libros tan citados, tan venerados, tan glosados… y tan poco comprendidos. Escribe Luisa Cuerda.
Por ‘comprensión’ no me refiero a la correcta interpretación y aprendizaje de sus conceptos sino a la apasionada investigación de su mensaje y a su entusiasta integración en la propia vida.
Al referirme más arriba al Yogasûtra como un «aleph», me he querido referir a ese pequeño punto que, según el cuento de Borges, contiene todo el universo. Porque en el Yogasûtra, como en todos los mensajes esenciales, está todo. Todo, al menos, lo que un ser humano puede necesitar para el viaje de su vida. Por eso, desde que tomé contacto con esa maravilla, me sorprendió muchísimo que los practicantes, estudiantes y profesores de yoga no se apasionasen más con sus palabras y sus significados; que no se emocionasen más siguiendo sus vericuetos hasta descubrir lo que siempre supimos que era así aunque no supiéramos ni expresarlo ni atrevernos a creerlo.
Sin duda hay muchos motivos más o menos evidentes, más o menos comprensibles para esta asombrosa laguna en la formación de un practicante y/o de un profesor de yoga. Y sin embargo, no hay ni ha habido nunca ninguna razón para que quienes queremos avanzar en nuestra práctica de manera significativa y transmitir eficazmente a nuestros alumnos el mensaje, desdeñemos o pospongamos un estudio concienzudo del texto fundacional del yoga en cuanto a darshana, es decir, en cuanto a reflejo de la realidad y escuela de vida.
Un curso en Escuela Síntesis
El curso que propone la escuela Síntesis y que voy a llevar a cabo consiste en cinco seminarios bimensuales; los cuatro primeros comprenden todo el día del sábado (de 10:00 a 21:00) y la mañana del domingo (de 08:00 a 12:00). Cada uno de ellos estará dedicado a uno de los cuatro capítulos del Yogasûtra, estudio que haremos de forma esquemática y correlacional quedándonos con las ideas clave y aclarando perfectamente las dudas que puedan surgir respecto a los conceptos básicos.
A lo largo del seminario habrá espacios de preguntas, de práctica cuando la ocasión lo requiera y de elaboración de esquemas por parte de los alumnos para dejar bien fijadas las ideas fundamentales. En el espacio entre seminarios se propondrán trabajos en grupo, por parejas y/o individuales (uno por seminario) que servirán como base para pulir los conceptos que hayan quedado poco claros. El quinto seminario, que durará solamente una jornada, será un encuentro de síntesis y de puesta a prueba de lo aprendido durante el curso.
Para realizar este tipo de curso es imprescindible que las personas que aspiren a él valoren cuidadosamente tanto su interés como su posibilidad real de dedicar al estudio entre seminarios un tiempo, una energía y una alegría significativas. El estudio del Yogasûtra debe ser realizado a partir de unas buenas bases que son las que yo me comprometo a ofrecer, pero es una cuestión individual y debe ser hecha con y por amor y respeto a uno mismo, al camino del yoga y a las personas a las que transmitimos la luz de ese camino, bien en la docencia bien con nuestra vida. Una mera asistencia a las clases y un rápido repaso de lo estudiado con vistas a demostrar más que a interiorizar no tiene sentido. Se trata de cambiar la obligación por la devoción. Es la única manera de que la formación funcione como tal.
El curso tiene 12 plazas como máximo, dedicadas a personas cuyo momento vital esté en consonancia con lo que se ha dicho más arriba. No es preciso ser profesor de yoga para acceder a ellas; solo sentir el ferviente deseo de que la práctica personal sea impecable hasta el punto de que esto constituya una prioridad en la vida, y tener abiertos la mente y el corazón.
En cuanto a mí, practico yoga desde 1996, hice la formación de yoga en Sadhana (2005-2009) con la tesina El alma del yoga. Yama y niyama aquí y ahora, dirigida por Arjuna Peragón y basada en parte del segundo capítulo del Yogasûtra, y realicé el Post Graduate Yoga Training de la escuela Sannidhi of Krisnamacharya Yoga (2012-2014), de donde sigo siendo estudiante en formación continua.
Recibí las primeras lecciones sobre el Yogasûtra de Arjuna Peragón, dentro de mi formación en Sadhana; en esa época lo memoricé, lo que me produjo un gran placer y me hizo valorarlo desde una nueva perspectiva. Después, lo estudié en profundidad con Grazia Sufriti, Frans Moors y Radha Sundararajan, y actualmente estoy en un grupo de estudio permanente de Yogasûtra con Frans Moors, discípulo de largo tiempo de T.K.V. Desikachar.
Pero lo que me ayuda a atreverme a transmitir el Yogasûtra es mi implicación vital con su mensaje y la alegría que siento al vivirlo y al darlo a conocer. El propósito de este curso es transmitir la idea de que el Yogasûtra es un libro para usarlo todos los días y para vivir de acuerdo con su contenido a todas horas. Mi propósito personal es el de acercar el Yogasûtra a esas personas que dicen de sí mismas que «no son intelectuales», que a ellos «les va más el hatha» (como si una cosa quitase la otra), que «nunca les ha gustado estudiar», que «el libro está genial pero no lo entienden». Como en su momento sucedió con algunos compañeros, quiero contribuir a demostrar que todo el mundo que sea capaz de amar la aventura de la vida es capaz de hacer del Yogasûtra su guía.
Al revés de algunas elaboradas teorías o complicadas ecuaciones, cuando se entiende el Yogasûtra, además se comprende, y se comprende de una vez por todas. Yo creo que es porque la naturaleza de quien lo transmitió estaba absolutamente purificada de la ignorancia esencial que solemos traducir como «ego»; y por eso, mientras se estudian sus poderosas palabras, nuestro propio ego se atenúa y surge la Consciencia que nos enseña cómo vivir nuestra pequeña vida.
El Tao Teh King, otro mensaje puro, dice en su verso 17:
El sabio procura pasar desapercibido y es parco en palabras. Cuando consigue su objetivo y todo ha terminado, la gente dice: «¡Lo hemos logrado nosotros mismos!»
(Lao Tse. Tao Teh King (versión editorial Sirio 2004)
Luisa Cuerda
Datos del Curso Iniciación al Yogasûtra de Patañjali
Imparte: Luisa Cuerda
Fechas:
- 1º.- 22 y 23 de noviembre 2014
- 2º.- 31 de enero y 1 de febrero 2015
- 3º.- 21 y 22 de marzo 2015
- 4º.- 30 y 31 de mayo 2015
Horario:
Sábado de 10:00 a 14:30 y de 17:00 a 21:00
Domingo de 08:00 a 12:005º Encuentro síntesis de un solo día: sábado 27 de junio 2015, de 10:00 a 14:30 y 17:00 a 21:00
Dónde: Fundació La Plana. Artes (Barcelona)
Precio:
– taller: 110 €.
– pensión: 50 € (comida, cena, dormir, desayuno)Información e inscripción: arjunaperagon@gmail.com (650 221 551) luisacuerda@yahoo.es
Grupo máximo 12 personas (puedes reservar tu plaza ahora, 50 € a descontar del primer taller)