Vinca, profesora de yoga y asistente al II Festival de Yoga de Castellón,que tuvo lugar del 18 al 20 de julio, ha escrito una crónica sobre cómo fue la experiencia.
Como practicante desde hace una década, nunca había asistido a un festival de yoga, quizás porque antes apenas si los había y ahora, por fortuna, comienzan a proliferar. Gracias a un compañero de Sadhana y magnífico comunicador de Yoga, José Luis Barreda, que tuvo a bien invitarme a participar como asistente, acudí con ilusión al Festival de Castellón.
Cuando llegué, la mayor parte de los asistentes se encontraban en la playa, haciendo las prácticas de Kundalini Yoga. ¡Qué bonito me pareció! Allí estaban, entre dos esculturas de caballitos blancos, tres músicos: Shir Singh (que sustituían a Sunie Mantra), grupo formado por Paramjot Singh, (Chile), Gurmuk Singh (Alcorcón, Madrid) y Surjeet Kaur (Madrid), que guiaban y acompañaban la práctica con música y mantras.
Situé mi esterilla para unirme al grupo, todos vestidos de blanco, y la disposición de los asistentes mirando al mar me pareció algo más que precioso. Finalizamos inhalando y exhalando con paz.
Después, con el corazón henchido de paz y amor y la mente serena me dirigí a recibir la sesión de Hatha Yoga dentro del recinto. Comenzamos con una secuencia de OMs largos, largos, largos… hasta extinguirse en el infinito, lo que me hizo contactar con la respiración.
La propuesta de asanas no fue amplia, pero debido a su mantenimiento en el tiempo sí me resultaron de efectos sorprendentes. La secuencia era inusual, y reconozco que aquello me hizo sentir un poco de desconfianza por el resultado, en especial por la propuesta de las numerosas torsiones. Sin embargo, Thubten Samphel, que era quien dirigía la práctica, sabía muy bien adónde iba, y finalizó la práctica despertando una sensación física muy especial y positiva. Reconozco su saber hacer y la destreza con que dirigió la práctica ante un grupo tan numeroso.
La oferta del Festival de Yoga era muy rica y variada. Así, mi siguiente elección, dada mi debilidad por el Hatha Yoga, fue la conferencia que Joan Sendra impartía sobre yoga anatómico: “Patologías y sus cuidados en la columna vertebral. Soluciones yóguicas”. Curioso sendero este del yoga que cuanto más crees que sabes, más cuenta te das de lo mucho que te queda por aprender.
Seguidamente me dediqué a observar los diferentes puestos que se habían montado con ropa, complementos yóguicos, inciensos, elementos naturales e incluso ¡chamánicos… También me llamó mucho la atención un escultor, Fran Celis, de arte sacro budista tibetano; uno podía esculpir en piedra el mantra: OM Mani Padme Hung en sánscrito, ¡¡qué maravilla!! En general, la oferta del mercadillo era tan interesante como curiosa, había para satisfacer todos los gustos y necesidades.
Llegado el mediodía el astro rey hizo acto de presencia con cierta intensidad y nos dimos un buen baño en la playa del Pinar, disfrutando de unos saltos en el oleaje levantino, ¡qué divertido! Más tarde, nos unimos para disfrutar de la oferta vegetariana del restaurante vegano que había en las mismas instalaciones.
Tras la comida y una agradable conversación pudimos participar en la carpa principal de una sesión de “Baño de Gong” a cargo de Bhag Atjot Singh. Concierto relajante donde los haya, con sonidos sanadores, relajantes, inspiradores… Fue perfecto.
Domingo
Como no podía ser de otra manera, tras la experiencia del sábado el domingo participé de nuevo de la meditación Kundalini en la playa, esta vez a cargo de Satguru Singh. Se realizó la Kriya Kundalini del triángulo inferior, mientras que la Sadhana fue dirigida por Sunie Mantra. ¡Fantástico!
Al terminar fuimos directas a una sesión de «Kundalini Dance», que para mí resultó ser algo realmente revelador. El movimiento sinuoso y rítmico despertó un sentimiento de fluir que fue impresionante. La unión de la danza, movimiento terapia y filosofía del Yoga con Ana Otero resulto ser una más que excelente experiencia.
A continuación asistí a la conferencia que sobre el Radja Yoga impartía Emilio J. Gómez, de la Asociación de Yoga Silencio Interior, el cual habló sobre el Radja yoga y de Antar Mouna, el silencio interior, como técnica de interiorización. Finalizó con una pequeña pero intensa y silenciosa práctica que a todos nos inundó de paz y serenidad.
Después, el sol del mediodía nos invitó a realizar una nueva visita al rey mar. Invitación que aceptamos sin titubear, y para sorpresa de todos esta vez el agua estaba ¡más fría!
Decidimos concluir nuestra visita al Festival, esta vez con una deliciosa paella que nuestros amigos habían reservado. Desde luego que se nos quedaron muchas actividades por realizar. Actividades y clases impartidas por magníficos profesionales como Isabel Solana, Nieves Tena, Vicente Guillem, Simonetta Carta, Pablo Tirado, Gloria Broch y un largo etcétera. Sin duda alguna que se quedan pendientes para próximas ediciones.
Y, por supuesto, no nos olvidamos de las excelentes clases de Kundalini Yoga impartidas por Angela Pardo, del Centro Numad Yoga, quien a su vez tuvo a su cargo la organización del Festival.
A ella y a todos los participantes, gracias. Gracias por ofrecer la oportunidad de continuar aprendiendo y profundizando en el yoga. ¡Gracias de corazón! Vuestra labor y entrega es encomiable. Desde estas líneas nos atrevemos a enviaros mucha energía para que el próximo año podamos volver a encontrarnos en una nueva edición.
Vinca, profesora de Yoga.
e-mail: vincaemail@gmail.com