Esta es una colaboración periódica de FEDEFY (Federación de Entidades Formadoras de Yoga), a través de la cual Yoga en Red mantendrá informados a sus lectores sobre las actividades y comunicados de dicha entidad. Escribe en esta ocasión Arjuna. (Foto Ramon Muntanyola)
Es extraordinaria la fuerza que sigue teniendo el Yoga hoy en día, un yoga que ha llegado a todas las clases sociales y que se ha especializado para cubrir las necesidades de colectivos específicos como personas mayores, niños, embarazadas…, mejorando sensiblemente la salud de tantos y tantos practicantes. El Yoga no sólo está vivo sino que va madurando y se va adaptando a las necesidades de una vida compleja en pleno siglo XXI.
En esa adaptación vamos a encontrar muchos estilos de yoga diferentes, lo que a veces provoca una cierta confusión en los neófitos, aunque no podría ser de otro modo, porque Yoga es ética, postura, respiración, relajación, concentración, meditación, arrobamiento, y de toda esa paleta de colores, cada maestro y maestra con su experiencia, hace su propia composición.
El Yoga, no nos olvidemos, es un árbol inmenso cuyas raíces se pierden en la historia y cuyo tronco se ha ido fortaleciendo a lo largo de los siglos a través del rigor de una tradición y de un conocimiento que se ha transmitido de forma oral. En esa elevación, el Yoga ha ido asimilando nuevas corrientes filosóficas, nuevos métodos y nuevas visiones, y gracias a esa flexibilidad el yoga ha sobrevivido, pero no como algo fijo e inmóvil sino como espíritu de integración.
En este sentido, todas las escuelas tradicionales formadoras de ‘Instrucción en Yoga’ nos encontramos justo en esa copa del árbol frondoso, abriendo camino, resolviendo problemas y aportando claridad. Podemos decir que cada escuela en su rama, pero todas ellas pertenecientes a un tronco común queremos aunar el sector con esa voz que surge de la comunidad.
Hace relativamente poco que nuestra profesión ha sido reconocida por la Administración del Estado, y tenemos una Cualificación profesional que marca unos mínimos desde donde articular cualquier formación en yoga. Un texto que es, a todas luces, mejorable, pero que marca un punto de referencia sólido y que con el tiempo seguro que ganará en profundidad y amplitud.
Para tener una voz fuerte y clara delante de la Administración es necesaria una unión de escuelas. La gran mayoría estamos representadas en Fedefy, la “Federación española de entidades formadoras de Yoga”, que se formó hace aproximadamente dos años.
Tiempo todavía corto de viaje pero que ya marca un inicio y una dirección. Convivimos escuelas tradicionales con otras de corte más actual, unas más centradas en el trabajo terapéutico y otras más en la actitud devocional, escuelas con un gran acento en el trabajo postural y otras donde predomina la revisión filosófica, todas con un enfoque integral, todas reconociendo la fuente tradicional como base de su desarrollo.
Las reuniones periódicas nos están sirviendo para conocernos, para flexibilizar posturas y para compartir el espíritu de nuestra transmisión.
El momento en el que vivimos es especial; en el sector tradicional nos estamos unificando y consolidando porque se crearán nuevas escuelas ajustadas solamente al Certificado de profesionalidad. Todas las escuelas tradicionales estamos por adaptar nuestro programa a la Cualificación profesional sin perder por ello nuestra especificidad, y sin perder aquél espíritu sin el cual ya no sería Yoga lo que hiciéramos.
El árbol del Yoga todavía tiene que dar muchos frutos, y dar muchas respuestas a esta crisis generalizada que va desde las finanzas a la ecología, y desde la salud a la fe en un mundo mejor. No nos queda otra que agradecer la posibilidad de encontrarnos, compartir y unirnos.
Pronto presentaremos una encuesta dirigida a las entidades que forman profesores de yoga en España.
Om Shanti.Arjuna
FEDEFY
www.fedefy.org