Esta es la duodécima entrega de los Yoga Sutras de Patanjali Maharishi en la versión de Swami Durgananda, directora de los centros Internacionales de Yoga Sivananda Vedanta de Europa. Hoy veremos el Verso 17. Es una colaboración del Centro de Yoga Sivananda Vedanta de Madrid.
El Samprajnata samadhi (samadhi consciente) va acompañado de razonamiento, discernimiento, dicha y conciencia de la individualidad.
Este complicado sutra es una aseveración muy elevada. Patanjali nos muestra una primera apreciación de las posibilidades de nuestra conciencia. Samadhi significa estado de supraconciencia, algo por encima del nivel de conciencia habitual, más allá de los sentidos, las emociones y los vrittis que nos arrastran a pensar que somos el cuerpo y la mente. Samprajnata es un estado de samadhi que contiene una semilla en su interior. Prakriti es materia, pero no necesariamente materia visible. Es energía, pero no necesariamente energía manifestada. Esto es lo que significa que contiene una semilla en su interior. La semilla está allí, pero no se manifiesta. Esta idea expandirá nuestra conciencia. Si contemplamos la totalidad de la naturaleza, hay mucha energía no manifestada a nuestro alrededor. Las flores parecen llegar de repente de la nada. Vienen de las semillas, pero no ves las semillas. La semilla contiene materia no manifestada y si encontramos una semilla no sabemos cuál va a ser su fruto: un manzano, un ciruelo u otra planta. La mente subconsciente contiene también mucha energía no manifestada. Este es un problema de chitta. Cuando practicamos sadhana, pensamientos que no habíamos experimentado conscientemente aparecen de repente. Esto es prakriti que se manifiesta.
El samprajnata samadhi es un estado en el que no estamos realizados completamente, pero ya estamos en samadhi. Hay diferentes grados de samprajnata samadhi. El conocimiento por sí mismo es poder, pues si tienes conocimiento sobre algo, tienes también poder sobre ello. Si tienes conocimiento sobre los ordenadores, también tienes poder sobre ellos y si eres un psicólogo, conoces la mente humana. En samprajnata samadhi tienes cierto poder, porque tienes conocimiento de las cosas, de la materia, de las cosas en el tiempo y en el espacio y de las cosas más allá del tiempo y del espacio. Este sutra define los diferentes grados del samprajnata samadhi.
Los cuatro grados del samprajnata samadhi son: savikarta, nirvitarka sananda y sasmita. Savitarka es la meditación sobre los elementos en el tiempo y en el espacio. Nirvitarka significa la meditación sobre los elementos fuera del tiempo y del espacio. Sananda es la meditación sobre la mente acompañada de dicha, ananda. Y sasmita, por último, es la identificación con el ego sin cualidades, donde la semilla aún no está manifestada.
Se denomina savitarka a la concentración de la mente en los elementos densos, externos y a la meditación sobre ellos. Es un estado de samadhi a través de la meditación en un elemento situado en nuestro espacio. Puede ser meditación sobre cualquier forma, por ejemplo en la madre divina, en este tiempo y en este espacio. En realidad el tiempo no existe, el tiempo existe en la medida en que la mente piensa en términos de tiempo, y a través de esta meditación o samprajnata samadhi te das cuenta que el tiempo es una ilusión. Es un proceso dual por el que se obtiene conocimiento del objeto de la meditación, debido a nuestra concentración en el mismo.
Nirvitarka es la meditación sobre un elemento fuera de nuestro tiempo y espacio, lo que significa, por ejemplo, que meditamos en la energía. La meditación sobre los chakras también es nirvitarka. Swami Sivananda recomienda la meditación en el ajna y en el anahata chakra. Samanu es un pranayama avanzado que purifica los canales astrales y te permite alcanzar el samprajnata samadhi. Combina el movimiento del prana y del apana y la repetición del mantra. Es una meditación fuera del tiempo y del espacio. Una vez controlados el prana y el apana controlamos los cinco elementos y podemos también alcanzar los siddhis, poderes sobrenaturales. Swami Vishnudevananda solía contar, de su tiempo de permanencia en la cueva de Gangotri, en los Himalayas, cómo vio a un hombre caminar directamente a través de una roca y salir por el otro lado. La gente ordinaria se queda impresionada con estos fenómenos y piensa que esto es la realización más elevada. En el mismo sentido, algunos yoguis que han experimentado los siddhis y que no tienen la guía de un maestro cualificado, pueden creer que han alcanzado el más elevado nivel de realización. Sin embargo esta no es la clase más elevada de samadhi porque prakriti está aún no manifestado en el interior de la conciencia, en la forma de una semilla.
El tercer grado de samprajnata samadhi es sananda, en el que los elementos dentro o fuera del tiempo y del espacio se han ido fundiendo en la mente. Cuando se ofrece una flor en una puja nos concentramos en el objeto y ofrecemos la flor, pero en el estado de sananda se ofrecería la flor sin registrarla en la mente y asociaríamos la flor completamente a Dios. Las semillas mentales y emocionales son trascendidas. El meditador aún experimenta algo, dicha suprema, por ejemplo. Esto mantiene la separación de Brahmán. Aún existe dualidad porque somos los que ejecutamos la acción, pero no existe asociación con el objeto. La Escuela de filosofía Vaishnavite enseña que esta experiencia de dicha es la dicha más elevada, pero en el Raja y en el Ñana Yoga existe un estado más elevado, que es hacerse uno con esa dicha completa.
En el último grado, sasmita, la propia mente es aún el objeto de la meditación, como en todos los grados de samprajnata samadhi. El ego permanece pero completamente sin cualidades.
Los diferentes grados mencionados son cada vez más sutiles. Finalmente alcanzamos la meditación en lo invisible. El ego sin cualidades significa que éste se ha purificado completamente, es decir que sólo se identifica con el sattwa puro. El término sin cualidades es algo engañoso, no significa inútil aquí, más bien lo contrario. Es un ego que tiene tan pocos distintivos que no puedes ni siquiera imaginar que exista. Pero aún está allí, porque se identifica con la dicha. El ego se identifica con el Ser y sabe que es el Ser. Es como si un santo sabe que él o ella es un santo. Esto muestra que la perfección aún no se ha alcanzado. El alma verdaderamente liberada no dice “yo estoy liberado”, sino “yo soy lo que soy”. Samprajnata samadhi es un estado muy elevado en el que queda poco ego. Pero ese poco de ego, puede ponernos de nuevo en problemas, porque la semilla dormida puede despertarse.
Swami Durgananda
Fue iniciada y entrenada en las técnicas del yoga por Sri Swami Vishnudevananda (1927-1993), fundador de los centros y ashrams Internacionales de Yoga Sivananda Vedanta. Como una de sus discípulas más próximas, le acompañó en muchos viajes tanto en Oriente como en Occidente.
Siguiendo la instrucción de su maestro, Swami Durgananda estableció los Centros de Yoga Sivananda Vedanta en Europa. Swami Vishnudevananda la guió personalmente en la formación de profesores de yoga y con el título de “Yoga Acharya” la nombró como una de sus sucesores. Con intuición profunda, Swami Durgananda guía a muchas personas en el camino interior y enseña meditación, psicología yóguica, nutrición, pensamiento positivo, mitología y filosofía oriental.
Los Sutras de Patanjali son un manual completo para la investigación y el control de nuestros propios pensamientos. Una escritura clásica y una guía holística para los aspectos físicos, mentales y espirituales de la meditación.
Los prácticos y dinámicos comentarios de Swami Durgananda sobre los Raja Yoga Sutras son fruto de la inspiración de los grandes yoguis Sri Swami Sivananda y Sri Swami Vishnudevananda y de su intensa práctica personal y experiencia en la enseñanza durante 40 años.
Colaboración del Centro Internacional de Yoga Sivananda Vedanta de Madrid
Tel. 00 34 913 615 150