Las cooperativas son una forma diferente de pensar los negocios y también de desafiar constructivamente al modelo de empresas clásico poniendo a las personas en el centro de todo el proceso. Por Koncha Pinos-Pey para Espacio MIMIND.
Ya que sus miembros son copropietarios y funcionan en un modelo de organización diferente, las cooperativas pueden conciliar satisfacción y necesidad de sus socios. En lugar de la acumulación del capital para llenar el bolsillo de algunos -sin importar el costo, ni la desigualdad, ni la fragmentación social, ni la degradación ambiental-. El resto ya lo conocemos: se llama “capitalismo hasta las últimas consecuencias”, una práctica imprudente que nos está dejando sin aliento.
En cuanto a los valores éticos del sistema cooperativo cabe destacar: la atención a la honestidad, transparencia, responsabilidad social y preocupación por los demás. No es de extrañar, pues, que en países como Inglaterra las cooperativas estén liderando un camino hacia el fin de la crisis y el inicio de un sistema económico más ecuánime.
Pero ¿son capaces realmente las cooperativas de dar un vuelco al sistema?
Esa es la pregunta que se está planteando fuertemente en foros sociales en Inglaterra. Personas y movimientos cooperativistas están reflexionando sobre cómo las cooperativas pueden contribuir a un futuro más sostenible mediante la inversión en generación de energía renovable o, por ejemplo, mediante el uso de las tecnologías y el espacio virtual para promover el compromiso social y la cooperación.
¿El cooperativismo puede ser una alternativa al capitalismo?
Jeniee Balley, directora de Marketing de Ethical Consumer, dice: “Las cooperativas pueden ciertamente cuestionar el status quo actual del capitalismo. Tienen que ser parte de la solución, del movimiento social a largo plazo en colaboración con los sindicatos, las empresas sociales, los individuos, los grupos de activismo verde, para desafiar al capitalismo depredador. Podemos hacerlo, y tenemos todo que ganar. Desde el 2007, ya sabemos que el capitalismo no es sostenible en absoluto, por lo que las cooperativas y las empresas sociales pueden moverse hacia la creación de una economía social en lugar de una basada en el ‘más lujo para unos pocos y más pobreza para los muchos’. Soy más positiva al respecto, sé que no es la panacea pero sé que en Inglaterra estamos empezando algo con mucha fuerza”.
James O´Nioms, editor de Red Pepper -revista de política y opinión- nos cuenta: “Las cooperativas pueden darnos una idea de cómo la sociedad puede organizarse sobre la base de la cooperación y el altruismo en lugar de basarse en la maximización de los beneficios para unos pocos. También puede representar de alguna manera una institucionalización que capitalice la energía constructiva de los movimientos sociales. Aunque a la vez tenemos que reconocer que pueden coexistir dentro del capitalismo. Creo que más allá del potencial, son moralmente la manera correcta de organizar y sumar las necesidades colectivas y la acción correcta”.
Las cooperativas nos ofrecen un modelo de trabajo asociativo. ¿Como seria el mundo si las cooperativas reemplazasen a las multinacionales privadas a través de los diferentes sectores económicos? Los científicos apuntan cada vez más al valor que tiene el consumo como agente protector del cambio climático y destrucción del hábitat. En Europa, América y ahora Asia, nos enfrentamos a problemas económicos que requieren reformas sociales radicales.
El libro
El libro People Over Capital: the co-operative alternative to capitalism reúne 14 puntos de vista de los diferentes modelos económicos alternativos más prometedores y absolutamente disponibles desde ya. Economistas, académicos, cooperativistas, políticos, activistas y gente común se encuentran para relatarnos una rica variedad de experiencias y puntos de vista que anuncian un nuevo debate global sobre cómo puede ser el futuro del cooperativismo.
Lo más interesante de este libro fue precisamente como surgió. La revista Ethical Consumer lanzó un concurso que fue respaldado por Naciones Unidas en el Año Internacional de las Cooperativas, e invitó a la gente a presentar sus respuestas. ¿Hay una alternativa cooperativa al capitalismo?
Se presentaron más de 40 ensayos de todo el mundo. Lo mejor y más escogido, que invitaba a una reflexión equilibrada, fue editado por New Internationalist y presentado este septiembre pasado en Londres. El libro es un grito inteligente, con muchos ejemplos inspiradores, sobre cómo las cooperativas están ayudando a las personas a transformar las economías y comunidades maltratadas de todo el mundo. El mensaje es clave: Sí existe una alternativa, y si somos suficientemente sensibles e inteligentes podemos dejar de lado esa antigüedad llamada mercado y pensar en un futuro diferente.
El libro está financiado y promovido por la Ed. Mayo, secretaria general de las cooperativas de Reino Unido, un organismo de comercio que promueve las cooperativas en el Reino Unido. Rompiendo el tópico que las cooperativas son marginales. “A nivel mundial, las cooperativas emplean a más de 100 millones de personas, el 20 % más que las multinacionales. Las 300 cooperativas más grandes del mundo facturan más de 1 billón de dólares al año.
¿Qué piensas tú? ¿Crees que las cooperativas pueden desafiar al capitalismo? ¿Cómo? ¿Por qué? Comparte tus ideas. Haznos llegar tu opinión; quizás logremos seguir el ejemplo de Inglaterra.