El dinero es como una especie de sombra a la que acabamos responsabilizando de todas nuestras desgracias: “Solo trabajo por dinero”, “si tuviera dinero haría…”. Es una gran maleta cargada de contenidos ocultos. Tenemos que lidiar cada día con ella sea en pequeñas, grandes o enormes cantidades… ¿Alguna vez cultivamos la atención plena desde esta perspectiva? Por Koncha Pinos-Pey para Espacio MIMIND.
Es efectivamente un gran desafío, porque el dinero está ligado a los conceptos de éxito, de estima social, ayuda; también de confusión, inseguridad entre lo que somos y lo que tenemos, rivalidades con los iguales, los superiores o inferiores. Creemos que somos lo que ganamos, llegando a experimentar un condicionamiento tal que se adentra y refuerza hasta convertirse en una sombra. La verdad es que, más allá de cuánto nos importa el dinero interna o externamente, trabajar con la energía del dinero requiere una enorme atención y compromiso.
Investigar constructivamente es una buena manera de comenzar. Preguntarnos, por ejemplo: ¿cómo hemos llegado a donde estamos?, ¿qué tenemos que hacer para que cambie? Debemos darnos un tiempo para definir realmente lo que queremos, y el dinero puede ser algo seguro que realmente vamos a necesitar… sea el que sea el plan.
Te propongo tres vías de investigación que te puede ayudar a construir una relación más consciente con el dinero.
1) Mira en tu interior. Comienza a ver las historias que pasan con el dinero a tu alrededor. ¿Son auténticas? ¿Son creíbles para ti? ¿Has heredado algunas actitudes o patrones en referencia al dinero? Puede ser que hayas ido interiorizando otras creencias por el camino. Por ejemplo, si has sido criado con un ambiente de escasez y de ir improvisando siempre, quizás tendrás la sensación de que nunca vas a tener suficiente en la vida. ¿Hay secretos en tu familia en referencia al dinero, legados o finanzas? ¿Qué impulsa tu relación con el dinero? ¿Permites que tu relación con el dinero vaya realmente a lo que te interesa, se queda en el camino o va donde otros deciden?
2) Busca en el exterior. La mayoría de los consultores, asesores financieros, economistas o empresarios que vienen a aprender midnfulness querían ser ricos, y han conseguido sus objetivos financieros. Pero no han trabajado su interior. Puede ser que se hubieran olvidado de contabilizar en su balance cuánto han pagado para conseguir lo que tienen. ¿Qué estás dispuesto a pagar para conseguir lo que tienes? ¿Estás ganando realmente cuando crees que ganas? ¿Estás ganando cuando crees perder? ¿Cuáles podrían ser los costos más importantes que estás pasando por alto en tu vida? Por ejemplo, si para conseguir esa cantidad de dinero, prestigio o poder estás dejando de lado a tu pareja, o no ves a tus hijos… ¿Qué valor le concedes a eso? Porque si no lo anotas en el balance vital, un día tendrás que pagar la deuda.
3) Relación interna y externa. Tiempo, energía, amor y dinero son todas formas de energía que la mente contempla. Pero caemos en el error de pensar que el dinero es solo la materia, y no contabilizar los otros activos en nuestra vida. Lo que hacemos al final con todos nuestros recursos plenamente es lo que es nuestra vida. ¿Hasta qué punto eres rico y hasta qué punto eres pobre? ¿En qué aéreas lo eres? ¿Cuáles son los valores en tu vida que quieres que exprese el dinero? ¿Cuál es el costo más o menos de tener o no tener tiempo, energía, amor o dinero en tu vida? Podrías probar por ejemplo durante un mes, explorar la relación que tienes con el dinero. ¿Sabes realmente lo que te estás gastando? ¿Y lo que estás perdiendo en esa relación interna- externa? ¿Qué oportunidades estás dejando pasar solo porque tienes miedo de crecer?
Saber lo que el dinero es realmente en tu vida, saber lo que representa y actuar conscientemente, es una poderosa herramienta para salir de los condicionamientos internos y externos. Si te das un poco de tiempo para conocer tus creencias y valores sobre lo que te importa, quizás puedas ser un poco más feliz y trabajar en lo que realmente te interesa.
