Consejos para tu práctica en casa

Isabel Ward, que ha guiado las primeras prácticas de la colección de vídeos ‘Yoga en Casa’, coproducidos por el canal de clases de yoga online Aomm.tv y Yoga en Red, ofrece estos consejos para quienes empiezan a hacer yoga por su cuenta.

• La práctica es un tiempo reservado para ti- Debes concentrarte en el cuidado de tu cuerpo y de tu mente. Adapta la práctica a tus posibilidades y necesidades personales; al practicar cualquier técnica de yoga deja que prevalezca el sentido común. Es esencial empezar por conocer el propio cuerpo y aceptarlo tal cual es, con una actitud de amor y respeto por uno mismo.
• No ingerir alimentos dos horas antes de la práctica. Es preferible haber evacuado los intestinos y vaciado la vejiga antes de la sesión.
• Usar prendas cómodas que te permitan total libertad de movimiento, preferiblemente prendas de algodón y despójate de todos los objetos metálicos.
• Respira siempre por la nariz; la respiración es clave para la práctica. Antes de empezar la práctica sincronízate con tu impulso respiratorio y deja que se establezca una respiración amplia, lenta, abdominal.
• Usa la energía necesaria en cada asana, de tal forma que en cada ejercicio utilices los músculos imprescindibles en su tono justo, mientras los demás permanecen relajados.
• No fuerces, no sobrepases tu capacidad, evita el espíritu de competición con los demás y contigo mismo.
• No practiques con prisa aun si no tienes tiempo, reduce tu práctica.
• Observa en todo momento tu respiración y no inicies una nueva postura hasta que tu respiración y tu ritmo cardiaco se hayan normalizado.
• Durante las posturas mantén una respiración lenta, profunda, rítmica.
• Entra y sal de las posturas lentamente, observando todos los músculos que se van contrayendo-descontrayendo a medida que realizas el ejercicio.
• Mantén la postura final en completa inmovilidad, en completa calma, sin tensión ni rigidez.
• Trabaja la atención plena, permanece en el aquí y ahora durante toda la sesión.
• Escucha tu cuerpo y si sientes que demanda una posición concreta realízala aunque tengas que variar el ritmo de la sesión. Es una forma de escuchar tu instinto de aceptar las demandas de tu cuerpo, de confiar en su saber.
• Termina siempre la sesión con una relajación de un mínimo de diez minutos. Abrígate durante la relajación fina,l dado que lo más probable es que descienda la temperatura corporal.
• Si practicas diariamente descansa un día a la semana.