Master Class/ Historia del Yoga 1

Esta es una nueva entrega de la sección Master Class, cuyo objetivo es profundizar en las técnicas, recursos y enseñanzas del yoga. Se realiza en colaboración con los expertos de la Escuela Internacional de Yoga, uno de los centros de formación de profesores más prestigiosos de España. Hoy interviene Swami Krishnananda (ver anterior artículo).

Swami Krishnananda es formador de Filosofía del Yoga de la Escuela Internacional de Yoga. En su juventud, su interés en el yoga creció hasta renunciar a la vida de trabajo y familia, integrándose en la organización Internacional de Centros de Yoga Sivananda Vedanta por muchos años.

Fue iniciado en la Orden de Sannyasa por Swami Visnu-Devananda en 1991. Su dedicación le ha otorgado la posibilidad de convivir y entrenarse con grandes maestros. Ha compartido su experiencia en varios países impartiendo cursos para principiantes y avanzados en los diferentes aspectos del yoga milenario: posturas, respiración, meditación, pensamiento positivo, alimentación, kriyas, mantras…

Desde 2004 continúa su trabajo tanto en el Instituto Yoga Retiro del que es fundador y director como en colaboración con la Formación de Profesores de Yoga en la Escuela Internacional de Yoga, contribuyendo al anclaje de las nuevas energías de integración espiritual en nuestro planeta.

A continuación, leeamos su clase magistral sobre la historia del Yoga.

Época Prevédica: hasta el siglo XVII a. C.

De acuerdo a los vestigios arqueológicos encontrados hace unos 5.000 años, unas piedras con figuras de posiciones yóguicas en la ciudad de Mohenjo-Daro, se cree que los orígenes del yoga se remontan a las civilizaciones del Valle del Indo anteriores a la invasión de los arios en el norte de la India.

Existen algunos restos de la cultura harappiana, sociedad matriarcal y no guerrera con una profunda conexión con la naturaleza. Al no haberse encontrado nada escrito, la transmisión de su conocimiento se supone que era oral. El proceso de evolución hacia la autoconciencia tendría sus semillas en el chamanismo de entonces con sus rituales mágicos con los elementos, especialmente el fuego. Una línea de evolución, entonces basada en la relación del hombre con la naturaleza, vendría del desarrollo de lenguaje, los sonidos y los efectos de las invocaciones de los chamanes en los rituales alrededor del fuego, etc., que quizás serían las semillas del Nada y Mantra yoga.

Otra línea de evolución vendría del desarrollo de mimetismo del ser humano imitando con su propio cuerpo a los seres vivos, animales, plantas de su entorno, lo cual le proporcionaba un sentimiento de comunicación y deleite con lo que le rodea. Así aparecerían muchas posturas o asanas.

Los yoguis y los chamanes de aquellos tiempos actuarían como curanderos de los miembros de las comunidad como intermediarios con las fuerzas invisibles que ellos sentían que dominaban el mundo visible.

Época Védica: siglo XVIII – X a. C.

La invasión de la cultura aria, patriarcal y guerrera, suprimió la cultura existente, pero inevitablemente recibió la influencia del conocimiento que ya existía, y se inicio una nueva fase en la cultura y creencias. Aparecieron los Vedas, considerados como shrutis, textos revelados desde la divinidad, donde en sus primeros libros aparecen las alusiones a los dioses védicos, que reflejan el dialogo con los elementos de la Naturaleza, especialmente Agni, el fuego.

Estos textos se perfeccionaron y apareció el sánscrito como el lenguaje de comunicación con los dioses. Aparecieron los sacerdotes védicos que definitivamente fueron estructurando el universo de los mantras, que permitió al ser humano empezar a manejar el miedo y controlar los elementos.

Quizás la experiencia de las asanas meditativas tiene alguna raíz en este Yoga del sonido. Se dio tanta importancia a la pronunciación que, en un ritual dado, podría haber un sacerdote que en silencio escucharía y podría corregir los errores de los otros que recitaban los mantras. En los primeros Vedas ya se hace alusión a los conceptos yóguicos como el prana, la energía vital, el mantra OM, Brahman, etc.

Los rituales, que generaron grandes cambios en la conciencia, propiciaron un refinamiento del lenguaje que llevaría a la reflexión filosófica. Así hacia el siglo X a.C. va escribiéndose la parte final de los Vedas, los Upanishad.

Los Upanishad: siglo VIII – II a. c

El ser humano se va dando cuenta que las fuerzas que actúan en el universo son las mismas que están dentro del él, y se sientan las bases de todas las filosofías venideras. Las seis dharsanas: Mimansa, Samkhya, Vedanta, Yoga, Vaisesika y Nyaya.

Se explica como el Brahman (el Absoluto, la totalidad del Ser) y el Atman (dentro del individuo) son lo mismo.

Se menciona la importancia del Guru, maestro imprescindible que transmite el significado correcto de los textos y la importancia del Satsanga, los encuentros para reflexionar y meditar en la Verdad, Brahman.

Nosotros, en la época actual hemos recibido, mezclado, el legado de cientos de años con múltiples mantras y afirmaciones sobre la Realidad suprema, descubriendo cómo el ser humano de cada época iba incorporando nuevos matices en el uso de la voz, la música, la filosofía etc. y su transmisión.

Actualmente tenemos información suficiente para que todo ser humano llegue al descubrimiento del poder de su propia voz y cómo utilizarlo allá donde esté para transformar su realidad. Así, cada persona puede comprobar cómo los principios filosóficos del yoga se mantienen vivos y pueden ser recreados en cada persona.

En el siglo IV a. C. aparece Buda para reestructurar las enseñanzas que se estaban deteriorando y dar la predominancia a la meditación.

(En la próxima entrega de Master Class con Swami Krishnananda  nos acercará al  la Época Épica siglo V – II a. C.: el Ramayana, el Mahabharata, Bhagavad Gita. Será el 7 de octubre de 2013)