La gran mayoría de los practicantes de yoga hemos sentido en algún momento la curiosidad de visitar India, acercarnos a la fuente de donde hace siglos comenzó a brotar la sabiduría, encarnada en los rishis que crearon las teorías Sankhya, Yoga, Niaia, Vedanta, etc… Si estás pensando en viajar a la India, aquí tienes unas ideas. Escribe Isabel Martínez.
El maravilloso crisol de culturas de la India dio origen a estas distintas filosofías, que se han perpetuado a lo largo de los años creando escuelas, linajes, grupos religiosos, sistemas medicinales y demás ramificaciones, fusiones y separaciones de estas mismas corrientes, que tienen en común el propósito de la trascendencia espiritual y la liberación de los seres humanos.
Muchas sensaciones e e ideas se suscitan siempre cuando se habla de India, más que un país un subcontinente lleno, llenísimo, de pueblos diferentes. Distintas lenguas, razas, culturas, religiones y tradiciones colorean el paisaje social de esta tierra.
Si tuviese que definir a India con una palabra sin duda elegiría «contradictoria». Una segunda sería «estimulante»; y la tercera, «apasionante».
Contradictoria porque es muy habitual que se den dos extremos con respecto a muchas cosas y con tremenda rapidez se varíe de uno a otro. Como por ejemplo, todo lo que tiene que ver con los sentidos. Se pasa de oler los más intensos y placenteros inciensos, especias, esencias y aromas a los más inmundos y pestilentes tufos imaginables. Del silencio y recogimiento de un ashram o de la hermosura de un paraje natural recóndito, al estruendo del tráfico o de un bazar de una gran ciudad. De la belleza de las sonrisas de los niños al horror de la miseria y la enfermedad. De la riqueza más ostentosa a la mas ínfima pobreza. Y así, sucesivamente.
Estimulante porque, paradógicamente, a pesar de ser un país muy espiritual también allí se reciben gran cantidad de estímulos del exterior, de nuevo a través de los sentidos, de los que se supone los aspirantes a yoginis y yogis hemos de abstraernos. Difícil tarea por lo ruidosa, colorida, olorosa y deliciosa que es mi querida India.
Por el contenido de los dos primeros calificativos, contradictoria y estimulante, se explica el tercero: apasionante. India no dejará a nadie indiferente, o serán los menos, tibios de corazón seguramente, parafraseando a Blake.
Apasionante por ser cada día una pequeña o gran aventura. Yo misma me he sentido contradictoria amando y odiando a India en el mismo día en distintas circunstancias. Allí es mejor no querer aferrarse estrictamente a lo planeado, a las costumbres occidentales, la seguridad, el confort… Si de verdad se ha elegido viajar a India para conocerla, no en plan touroperador, hotel-autobús/autobús-hotel, las sorpresas están garantizadas. En India te hacen esperar, y esperas, esperas y esperas (pero eso ya no es costumbre por nuestras tierras, aquí nadie espera ya, y los indios alucinan con nuestra impaciencia). Esperas encontrar un taxi un día de monzón torrencial en Mumbai, esperas llegar a tiempo a coger un tren, esperas que la habitación de tu hotel esté limpia, que funcione internet…
Si vas a India, estate preparad@ para imprevistos, échale paciencia y tolerancia y no te estreses. Para ello, te recomiendo:
- Pasar el mínimo tiempo posible en grandes ciudades y visitar las zonas donde se pueda disfrutar de la naturaleza y no haya muchedumbres.
- Vestir con modestia, sobre todo nosotras; así te ahorrarás miradas.
- Es necesario hablar inglés, pero a los indios les encanta que los turistas aprendan palabras en hindi.
- Mirar el calendario de fiestas para no encontrarte de repente atrapad@ en un jaleo alucinante y ensordecedor.
- Ser tajante con quien quiera venderte la moto y paciente para comprar regateando.
- Confiar en la hospitalidad y la humanidad de la mayoría de los que quieren ser «tus amigos» y se complacen con tenerte en su casa. Pero también confía en tu intuición, no en cualquiera.
- Comer en lugares limpios.
- Beber agua embotellada o, mejor aún, filtrada. La mayoría de hostales ya tienen filtradora.
- Si buscas un gurú, clases de Yoga, meditación, etc, infórmate bien, ya que hay muchos vendedores de humo.
- Disfruta de la comida, deliciosa. Pide siempre sin picante, picará de todos modos, pero menos.
- Disfruta de la música, la danza y las tradiciones hindúes; siempre hay sitios donde dan espectáculos muy buenos.
- Visitar las tiendas de artesanía, mejor si son de Comercio Justo. En cualquier guía de viajes tendrás la información.
- Aprovechar para tratarte con masaje y medicina Ayurveda en un sitio honesto y bien preparado.
- Llevar lápices, rotuladores, cuadernillos para colorear, para los niños más pobres de zonas rurales. No darles dinero, se acostumbran.
- Hacer algún viaje en tren.
- Visitar el río Ganges; dicen que trae buena suerte.
Viaje con Surya
En Surya Terapias Integrativas hemos planeado un viaje a India este verano, del 24 de julio al 12 de agosto. Un viaje espiritual, no-turístico. Consiste en la estancia durante ocho días en la Clínica Shashi, en Palus, Maharashtra, donde hice mis prácticas. Allí recibiremos tratamiento y practicaremos Yoga, Mantras y Meditación.
Luego volaremos a Kerala, donde pasaremos una semana en el ashram de Amma. Ideal para personas que tienen inquietudes espirituales y práctica de Yoga, Mantras o Meditación. Quedan pocas plazas, si te interesa, contáctanos.