Cada lunes, para comenzar la semana con inspiración, un precioso ‘Pensamiento simiente’ de la Fundación Ananta.
El pensamiento de hoy habla de dar en el mundo material y en el sutil.
Nos invita a mirar con amor y a “dirigir partículas benéficas” a nuestro alrededor.
Los magos blancos trabajan con la mirada del amor.
¿Imaginamos cómo sería la mirada de Jesús? ¿Imaginamos su fuerza, su profundidad?
Cada intercambio surge desde la consciencia del alma.
En todo lugar podemos ser una antorcha silenciosa, un perfume sutil.
Pero solo desde la consciencia. No desde los niveles desestructurados en que funcionamos normalmente.
Ese es el intercambio revolucionario que la Humanidad necesita: dar.
La ley ya está escrita: dando, recibimos.
«Desembarazados de esta deplorable costumbre de tomar, de tomar siempre… Debéis tratar de pensar en dar. Por lo menos, procurad mirar a los demás con amor, intentad sonreírles, dirigirles algunas partículas benéficas de vuestro corazón.
Entonces os sentiréis ricos y felices. Los humanos siempre tienen miedo de perder algo, de empobrecerse, y no comprenden que, precisamente con esta actitud cerrada, se empobrecen. Para enriquecerse hay que dar. Sí, al tomar nos empobrecemos, y al dar nos enriquecemos, porque desencadenamos dentro de nosotros unas fuerzas desconocidas que dormitaban, que estaban estancadas en alguna parte en las profundidades. En el momento en que las proyectamos, empiezan a brotar, a circular, y entonces nos sentimos tan enriquecidos que nos quedamos asombrados y decimos: «Pero, ¿cómo es eso? He dado, he dado, y soy más rico» Sí, éste es el misterio del amor.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov (1900-86). Pensamientos cotidianos, Editorial Prosveta. Imagen: el lago Leman, Suiza, 17 febrero 2013
UN MUNDO, UNA HUMANIDAD
ONE WORLD, ONE HUMANITY