La mente es una gran desconocida. Es como un pozo sin fondo, un misterio extraordinario. Para la mayoría de las personas es una extraña que les domina; un mono loco y ebrio, un elefante furioso, un tigre indómito.
Nacemos, vivimos y morimos con la mente. Todo se fundamenta en ella, todo se vive, se experimenta y se percibe con ella. Es el escenario de luces y sombras donde todo se experimenta.
Si no dominas la mente, ésta te dominará a ti. Si no la gobiernas, te convertirás en su marioneta.
Si hay algo con lo que tengas que vivir, eso es la mente. Ella es causa de alegría o de dolor, de libertad de de servidumbre, de dicha o de desdicha. Trata entonces de convertir la mente enemiga en mente amiga, la mente hostil en mente aliada.
Dondequiera que vayas, llevas tu mente.Con quien quiera que estés, tienes tu mente. ¿Cómo entonces no convertir en una prioridad cuidar la mente y aprender a dirigirla?
Un monarca que no controla su mente es un mendigo; un mendigo que controla su mente es un monarca.
La mente agitada no es de fiar. Construye creaciones que luego se cree. La mente serena es como el amigo más leal y que nunca te traicionará.
Una mente agitada es como una casa con un millón de puertas, como declaraba Kabir. Es una ment-ira, un fraude, una fábrica de sufrimiento. No te creas ese mente, ya que ella va por un lado y la vida va por otro.
Si tu mente no te gusta, cámbiala; si te produce desdicha, transfórmala. En la mayoría de las personas urge modificar la mente.
Del mismo modo que se cuida, se limpia, se atiende y se ejercita el cuerpo, hay que hacerlo, y con mucha más razón, con la mente. No hay compañera tan cooperante como una mente serena y clara.
Peor que la polución ambiental es la polución mental. Ordena e higienza tu mente. No hagas de ella un erial o un estercolero.
La mayoría de las personas somos pensados por los pensamientos. Hay que adiestrarse en el arte de saber pensar, del pensar correcto y reflexivo. No hay mayor conquista que la de la mente. Todas las técnicas del yoga y de la meditación nos abren una vereda hacia el verdadero dominio de la mente. Hay que aprender a pensar y a dejar de pensar.
La atención es la lámpara de la mente. La consciencia es claridad y la inconsciencia es sombra. Con la antorcha de la consciencia hay que ir iluminando la oscuridad de la inconsciencia. Tanto más consciente, más eres; tanto más inconsciente, menos eres.
Mediante la atención a le mente, las palabras y los actos, somos más equilibrados, y sabemos cuándo lo idóneo es intervenir o cuando lo idóneo es dejar de hacerlo.
Al igual que se desarrolla la voluntad ejerciéndola, se desarrolla la consciencia cultivándola. Acumula consciencia como una hormiga acumula el grano. Gana consciencia como el río gana en caudal con la lluvia. La mente consciente es mente solar, con luz propia; la mente inconsciente es mente lunar, con luz prestada.
Si aparentemente cuesta lo mismo pensar postiiva que negativamente, ¿porq qué nos dejamos arrastrar por pensamientos insanos? Provechoso es gobernar la mente y que el pensamiento sea guiado e inspirado por la lucidez, la generosidad y la compasión.
Si te dejas tomar por los pensamientos insanos, vives de espaldas a tu naturaleza original. Tan inmerso estás en ellos que no estás en tu ser. Si solo estás en los pensamientos eres como un camaleón que no tiene color propio. Aprende a situarte en la fuente de los pensamientos.
El pensamiento egocéntrico es como una tela de araña que atrapa. El pensamiento ávido hace que la miel se convierta en hiel. El pensamiento reconroso es como la brea en la que quedas inmovilizado. El pensamiento malévolo es como un anzuelo venenoso.
Combate los pensamientos nocivos mediante elcultivo de los saludables. Deja que los pensamientos negativos pasen como las nubes que no pueden llevarse al cielo tras de sí, y deléitate con pensamientos positivos.
A través del esfuerzo constante y diligente la mente puede irse sosegando. Así reporta lo mejor de sí misma. Del sosiego nace la visión clara, de la visión clara la lucidez y de la lucidez la Sabiduría.
Que la mente que es causa de esclavitud se convierta en causa de libertad.
A través del entendimiento correcto, el contento interior, la ecuanimidad y la calma que la mente recupere su lado más luminoso.
Vigila tu mente para que no sea arrastrada por pensamientos insanos, como el buen hortelano vigila su huerta. Vigila tua mente para que no se perturbe y agite, como el buen médico vigila a su paciente.
Obsequia a los demás con lo mejor de tu mente y no con lo peor. Amistad o enemistad, afecto u hostilidad, amor o rencor comienzan en la mente e impregnan las palabras y obras.
No permitas que tu mente aloje odio, sino amor; que no retenga la ofuscación, sino la lucidez; que no se enraice en la avaricia, sino en la generosidad.
Entrénate en la concentración de la mente, para que así pueda tomar la dirección correcta y no la incorrecta. Entrénate en conquistar la mente ecuánime que, como una sólida montaña, no se deje perturbar inutilmente por los cambiantes acontecimientos del mundo.Entrénate en purificar la mente para que pueda reflejar la luminosidad del Ser.