Se lo hemos preguntado a cuatro experimentados instructores, y nos han respondido señalando las muchas manos que nos tiende el Yoga en estos momentos tan complicados que estamos viviendo.
Esperanza, serenidad, sentido común, anclaje, comunión con los demás… Las respuestas de estos cuatro profesores sobre lo que nos puede aportar nuestra práctica en estos tiempos críticos nos recuerdan que Yoga es un apoyo inestimable. Ojalá nos sirvan a todos de inspiración y energía para seguir practicando con honestidad y perseverancia.
Sadânanda
Fundador de Yoga Mandir en Barcelona e impulsor del Satyam-yoga:
“El Yoga nos aporta serenidad, ecuanimidad, saber reaccionar y visión profunda.
Desde la conexión con nuestro Ser la realidad que nos envuelve se percibe desde una perspectiva más amplia, lo que le permite al practicante no caer en la negatividad, el pesimismo o la visión limitada de las cosas.
Si las circunstancias nos superan difícilmente podemos actuar o reaccionar. Pero si nos mantenemos en equilibrio, actuamos desde la serenidad y ello nos permite ser más efectivos a la hora de solucionar ciertas adversidades. Digamos que el yogui/yoguini es aquel/aquella que sabe navegar en medio de la tempestad, y cuando sabemos coger el timón de nuestra vida sabremos ir en la dirección adecuada”.
Julián Peragón, Arjuna
Formador de profesores, dirije la escuela Yoga Síntesis en Barcelona:
“El Yoga tiene algo muy valioso que aportar: una ética profunda que desarma todo egoísmo y cuestiona el engaño, ese engaño que está en la misma base de nuestro sistema social y del que somos participes. Nos dice, por ejemplo, que si queremos deshacer la injusticia del mundo hemos de empezar primero por nosotros. Nos señala que la violencia exterior no es más que una proyección de nuestro miedo y que la avaricia busca en la retención de bienes una falsa seguridad, así como la codicia está basada en una profunda insatisfacción y hace que nos queramos apropiar de lo que no nos corresponde.
El Yoga lo dice con otras palabras pero nos hace comprender que el mundo no es más que una exteriorización de nuestra alma y de nada sirve las buenas intenciones sino hay una verdadera transformación.
La ley universal del karma nos hace ver que el mundo actual en crisis es un resultado de nuestras acciones y que, como civilización, hemos perdido el contacto y la medida con la naturaleza y hemos roto el proyecto humano, solidario y reparador. Tampoco se trata de quedarse en la mera resignación, sino de aprovechar esta profunda crisis para hacer una revisión y utilizarla como oportunidad de crecimiento.
Ante la enfermedad del sedentarismo, el Yoga propone una práctica activa; ante la insatisfacción personal, una continua indagación sobre sí mismo; y ante la crisis de valores, una nueva inmersión en una espiritualidad que rompa los lazos de la esclavitud moderna.
El Yoga nos dice que todo es posible si hay constancia e inteligencia en etapas a recorrer: es una gran fuente de esperanza, que es lo que necesitamos todos hoy en día”.
Juan Ortiz
Profesor de Yoga, relajación, meditación y formador de profesores de Yoga. Fundador de la Escuela de yoga Dhyana en Murcia.
“El Yoga aporta un poco más de sentido común y equilibrio en nuestras propias vidas y en la vida en general. También puede aportar mayor serenidad y amabilidad superando tanta crispación, enfado, tensión y violencias de todo tipo. Especialmente el Yoga nos puede ayudar a encontrar sentido a la vida y superar esa sensación generalizada de desazón, desesperación y nihilismo que nos hace sentir que nada tiene sentido, y así nos sumergimos en una depresión vital que nos aleja de la verdadera realidad. También nos aporta sentido del humor y santosha (contentamiento y confianza).
Nos puede ayudar a encontrar otra manera de vivir y una conciencia diferente donde lo que impere no sea la propia satisfacción de nuestros deseos egoícos y el ‘sálvese quién pueda’, sino el deseo profundo de compartir todo con los demás seres humanos y de comprender que lo que te ocurra a ti sí me importa y en cierta manera es como si me ocurriese a mí.
El Yoga puede enseñarnos a ser mejores seres humanos.
También que la política, la economía, la espiritualidad y la verdadera filosofía deben estar al servicio del ser humano y no, al contrario. Un nuevo paradigma está surgiendo, y el Yoga puede ayudar a esta nueva visión más humana, más auténtica, más consciente y al mismo tiempo trascendente. El Yoga nos señala el mismo camino que nos señalaba Jesús el Cristo: ‘El camino, la verdad y la vida’, y la senda que enseño El Buda: ‘El camino de sabiduría y despertar’ que nos lleva a conseguir la superación de los problemas y el sufrimiento y al encuentro con la felicidad y la superación.
Y siempre todos los yogas nos llevan al mismo Yoga : el Yoga del Amor, el Yoga del Servicio a la vida, el Yoga de la entrega incondicional para que la vida pueda mejorar y crecer siempre en todos y en todo».
Ramón Clares
Enseña Yoga Iyengar desde hace 14 años en Yoga Center de Madrid:
“A mí, en mis tiempos de crisis, me ayudaba el hecho de seguir unas rutinas. Si además esa práctica puede potenciar aspectos energéticos o del tipo que sean para abordar cada situación mejor, pues es un buen apoyo.
Y en el Yoga no estamos hablando solo de rodillas o de estómago, sino de aspectos internos que mejoran. Y en momentos durísimos como los que vivimos, tener un punto de referencia es importantísimo. En un momento de mi vida sí sufría una crisis muy dura que incluía quedarme sin trabajo, tener que marchar fuera incluso, sin expectativas, y a mí el Yoga me ayudó muchísimo.
La práctica del Yoga puede ser fundamental para superar estados de postración”.