Samadhi, la verdadera dirección del yoga

2012-11-20

Para Juan Ortiz, autor de este artículo, el Samadhi, la felicidad no condicionada, nunca llegará: tendrás que experimentarlo ya mismo, en cada instante de tu vida, viviendo con alegría, serenidad y conciencia, valorando tu propia existencia como un regalo precioso y aprovechando cada instante.

velas

Los siete primeros pasos recogidos en el Ashtanga Yoga son estos: Yamas, Niyamas, Asanas, Pranayama, Pratyahara, Dharana, Dhyana. El desarrollo y la realización adecuada y completa de estos siete pasos nos lleva de manera natural a la consecución del octavo miembro, que es lo que se conoce en el sistema yoga como Samadhi. Así que Samadhi no sería ninguna experiencia o práctica más, sino la culminación de todos los demás trabajos, que desembocan en la consecución de la experiencia cumbre.

Samadhi es un estado de plenitud, madurez, o también podríamos hablar de un estado en el cuál se alcanza la felicidad no condicionada.

En otras corrientes o culturas a ese estado se le llama de otras múltiples maneras: Nirvana, Satori, Iluminación, Tao… Todos hablan de la misma posibilidad: el desarrollo de nuestras facultades y potenciales como seres humanos y el proceso de transformación que nos lleva a logros ilimitados y al despertar verdadero de la conciencia no ordinaria.

En Oriente también hay una hermosa manera de referirse a este estado, y es la denominación del estado de Sat cit ananda (alcanzar y sumergirse en el océano infinito de Existencia, Sabiduría, Dicha, Felicidad).

Profundizando en yoga

Es perfecto y loable que los practicantes de yoga en una primera fase nos centremos en los beneficios de mejoramiento psicofísico, relajación, flexibilidad, salud, superación del estrés, etc. Claro que esto es necesario. Pero, en una fase posterior, y conforme avanzamos en nuestra práctica y experimentación del yoga, también irán acaeciendo y produciéndose otras experiencias que atañen a espacios más profundos de nuestra propia naturaleza.

Esas experiencias profundas producen la superación de los propios condicionamientos egoícos y de la propia personalidad y carácter, y nos proyectan a un estado de transformación y despertar gradual, real y profundo, donde aparecen niveles de conciencia que nos permiten avanzar en la vida, encontrando un sentido más profundo a nuestra existencia y una sabiduría que trasciende al conocimiento meramente intelectual.

Muchos practicantes encuentran beneficios y mejoran en algunos sentidos, pero no realizan una transformación de carácter más profundo que abra las puertas a la Iluminación o Claridad o Luz Esencial, y por lo tanto siguen naufragando en las disputas, el egocentrismo, el endiosamiento del ego, la separatividad, etc.

Siempre habrán problemas en nuestra realidad, eso es inevitable. Pero la conciencia y la actitud para solventarlos será diferente, y esto es avanzar en Samadhi.

Esto es Samadhi

Superar los miedos, los condicionamientos, las manipulaciones, la debilidad y la ignorancia y desarrollar la seguridad, el propio centro, la libertad y criterios propios, el amor y la entrega desinteresada: eso es Samadhi. Samadhi no es un estado explosivo que se produce en un momento, sino el resultado de un proceso y una experiencia yóguica y vital bien encauzada y bien aprovechada.

Si en una habitación oscura encendemos una velita pequeña, la oscuridad no desaparece por completo, pero ya se ve un ligero resplandor dentro de la penumbra. Si encendemos algunas velas más, la oscuridad va diluyéndose y la habitación se va iluminando. Imagina entonces que encendemos cientos de velas y la oscuridad desaparece por completo. Es igual que en la propia realidad: vamos realizando ciertos logros en un proceso gradual vital y así vamos encendiendo algunas luces y consiguiendo claridad en nuestras vidas.

Con el tiempo esas experiencias vividas y bien asimiladas nos producen un estado de conocimiento y sabiduría vivencial que va despertando nuestra conciencia e iluminándola por completo.Y esa, queridos amigos, es la única manera: no esperes que un día practicando tu yoga te ocurra algo sorprendente (aunque siempre debes sorprenderte al practicar yoga),algo raro o extraño. Más bien utiliza la fuerza transformadora del yoga para mejorar tu vida, transformarte profunda y realmente y conseguir una vida rica y plena.

Esta es la verdad: no se puede alcanzar Samadhi evadiéndonos de la realidad y enclaustrándonos en un mutismo espiritual, aparentemente poderoso pero en realidad superficial y vacuo. Sólo se puede desarrollar Samadhi en contacto con la vida y con los demás, en contacto con nuestra propia vida interior y en una entrega sacra y total a ese Universo del cual formamos parte.

El Samadhi nunca llegará; el Samadhi tienes que experimentarlo ya mismo, en cada instante de tu vida: viviendo con alegría, serenidad y conciencia, valorando tu propia existencia como un regalo precioso y aprovechando cada instante.

O podemos todos o ninguno

Ya sé que quizás alguien piense que Samadhi es otra cosa y que lo que yo digo es algo muy personal sin sentido. Ante esto, y siempre respetando la visión de cada cual, sólo tengo que afirmar: Encuentro más felicidad en una sonrisa y una mirada tuya que en cualquier historia gradilocuente o pretendidamente espiritual. Y eso es Samadhi. Cuando la conciencia despierta verdaderamente y se ilumina se hace sencilla y pura y aprende a recrear la vida en cada instante, a celebrarla y a interiorizarla de una manera profunda, amorosa y libre.

Samadhi no es un estado que solamente puedan alcanzar unos pocos elegidos, sino más bien un potencial iluminador que todos podemos desarrollar como seres humanos. O podemos todos o no puede nadie.

Por último, resaltar que ese estado de felicidad no condicionada solamente podrá instaurarse en nuestra propia realidad vital si cambiamos el pensamiento y la actitud hacia nuestra propia vida. Digan lo que digan, sí es posible la superación y la felicidad en esta existencia, pero tienes que tener el pensamiento claro de que es posible.

La búsqueda es necesaría, pero es el momento de poner más el énfasis no tanto en la búsqueda sino en el Encuentro.El Encuentro que se produce en un silencio revelador y transformador. El Encuentro con lo esencial, con el Ser, con nuestra verdadera naturaleza, con lo que realmente somos.

Encuentro, silencio, plenitud, Ser, Samadhi.

Juan OrtizQuién es

Juan Ortiz es profesor de yoga, formador de profesores de yoga.

Fundador de la Escuela de yoga Dhyana.

http://www.yogadhyana.com