Profesora de yoga con 20 años de experiencia y muy valorada como osteópata, Isabel Morillo es ante todo una inquieta profesional de la salud que siempre está ampliando su investigación a nuevos territorios. Foto: Thor Castro.
En la actualidad Isabel estudia cómo y por qué mejora el yoga el proceso de envejecimiento. Y también experimenta en otro campo aún más desconocido: la relación entre el Hatha Yoga y las emociones, las llaves fisiológicas y energéticas que abren y cierran los circuitos emocionales desencadenando diferentes estados afectivos y anímicos. Un tema apasionante donde los haya sobre el que pronto publicará un libro.
¿Se trata de modificar los estados emocionales a través de diferentes ejercicios físicos de yoga?
Sí. Es bien sabido experimentalmente que el yoga logra mejorar el ánimo depresivo o ansioso, pero no se conoce apenas nada sobre por qué sucede y cómo manejarlo, por ejemplo, en clase. Yo ahora dedico algunas clases a trabajar un estado emocional concreto, y valoro posteriormente los resultados.
Usted pasa consulta con éxito como osteópata, además de dar clases cada día. El yoga terapéutico es poco conocido en España. No hay muchos especialistas, ¿por qué?
Porque la formación del profesor de yoga no puede cubrir este campo, pues exigiría un mayor tiempo de estudio y práctica.
En la formación de profesores, ¿habría que insistir más en la parte de anatomía, fisiología, corrección postural, etc.?
No necesariamente, porque un profesor de yoga no tiene por objetivo curar nada ni hacer ninguna terapia de verdad.
Sin embargo, a las clases de yoga muchas personas acuden con la esperanza de curar sus problemas de espalda o diferentes molestias o patologías…
Igual que a los gimnasios, y sin embargo un licenciado en Educación Física no tiene por qué ser un fisioterapeuta; son carreras diferentes. Bien es cierto que la gente con problemas leves va más a clases de yoga, porque el yoga de por sí se considera bueno para la espalda, como terapia articular general. Lo que no se puede tampoco pretender es que una clase de yoga sea rehabilitación cien por cien. De todos modos, si un profesor de yoga tiene conocimientos de yoga terapéutico, mejor para él y para su trabajo.
¿No acuden a su consulta de osteopatía personas con problemas derivados de una mala práctica del yoga?
No, es raro. Sin embargo, sí vienen de otras disciplinas (que prefiero no mencionar) personas con problemas de cervicales y dorsales. Y si alguien que practica yoga llega a mi consulta con algún problema pultual, me sigue sorprendiendo que con solo una sesión de fisioterapia se recuperación sea inmediata. Y eso es lo que asombrosamente sucede, tan bien mantiene el yoga los tejidos y sistemas musculares y óseos.
Hay muchas personas que no conocen apenas el yoga pero quieren cuidarse y se plantean una pregunta muy actual: ¿qué hago, Yoga o Pilates?
Depende de lo que la persona busque. El Pilates se basó en el Yoga, aunque ha cambiado mucho respecto al Pilates original, y ahora se centra más en la parte baja del abdomen. Claro, yo soy muy tendenciosa, voy a decir siempre que yoga. Pero depende de cada persona y su momento vital. Hay quienes prefieren un ejercicio más cardiotónico como el jogging o kick boxing, y luego cambian y buscan otra cosa.
Además hay estilos de yoga para todos los gustos…
Sí, y cada uno tiene sus aportaciones que ofrecer en un momento de la vida de cada persona. Pero algunos son anécdotas que, aunque se basan en el yoga no tienen mucho que ver con el yoga, pues este va más allá de lo físico. El Hatha Yoga, en el que estamos focalizados en mi centro, cubre todos los campos, pero lo que aquí practicamos es consciencia.
Para más información: http://www.yogaarguelles.es/