En esta sección «Mi postura favorita» un profesor o profesora de yoga nos explica las claves de una asana. En este caso lo hace Paquita Melgar.
Mi postura favorita es Paschimottanasana, conocida popularmente como “la Pinza”. Su nombre en sánscrito consta de dos palabras, que significan: “Paschima”=oeste o posterior, y “tan”=extensión, estiramiento. Por tanto la traducción final sería “estiramiento de lo posterior”. El Hatha Yoga Pradipika dice de ella lo siguiente:
I_28. Paschimottanasana: permanecer con las dos piernas extendidas en el suelo sujetando los dedos de los pies con las manos y apoyando la cabeza sobre las rodillas.
I_29. Esta excelente asana hace que el pra?a fluya a través de Su?humna, estimula el fuego gástrico (pitta), flexibiliza la espalda y elimina todas las dolencias que afectan a las personas.
En este asana y cualquiera de sus variantes me siento cómoda y puedo permanecer mucho tiempo en ella sin esfuerzo. Es una postura que me ayuda en gran manera a la concentración e interiorización, me aporta mucha paz y me facilita después de su ejecución la entrada a la meditación.
No resulta fácil de hacer cuando aún se es principiante, porque salvo casos aislados la mayoría de las personas tienen dificultad en la flexiones ya que su columna suele estar muy rígida por la falta de movilidad y las tensiones. Pero no hay que preocuparse porque con el tiempo y la práctica se puede conseguir.
Es conveniente hacer una preparación dinámica y una serie de contracciones (yoga de Babacar Khane) que prepararen a la práctica.
Ejecución:
Una vez terminada la preparación hay que quedarse sentado en el suelo con las piernas estiradas. Inspirando se elevan los brazos a la vertical y se efectúa un estiramiento. A continuación y durante la expulsión se lleva el tronco hacia las piernas, doblándose a nivel de la articulación de las caderas, y las manos se llevan a los pies hasta coger bien los dedos gordos o, si no se puede, los tobillos.
Una vez estemos en la postura intentamos perfeccionarla, tratando de doblar los codos y llevarlos a tocar el suelo. El pecho quedará en contacto con los muslos y si la cabeza llega a las rodillas, colocaremos la barbilla y la frente.
Las piernas deben permanecer estiradas. Si se tuviesen dificultades para llegar a su ejecución completa, haríamos la aproximación a la postura que nos permitiera nuestro cuerpo. También hay la posibilidad de ayudarnos con cintas.
Beneficios:
- Estiramiento de la columna vertebral y de los músculos de la espalda.
- Además de la columna vertebral se refuerza el cinturón abdominal.
- Estiramiento de los músculos y ligamentos de la cara posterior de las piernas, así como los nervios, liberando en algunos casos los problemas con el nervio ciático.
- Estimulación de todas las vísceras abdominales. Elimina trastornos funcionales del hígado y de la vesícula biliar, de los riñones, bazo, intestinos, etc.
- Estimula la circulación sanguínea y linfática.
- Estimula la circulación energética a través de Sushumna y de los chakras.
- Favorece el recogimiento y la interiorización.