Si quieres hacer una unas comidas que satisfagan tus papilas gustativas además del tener a raya el colesterol, apunta estos trucos.
Al rico helado.
Utiliza leche de soja y fruta fresca para hacer helados en batidora o robot de cocina. Así evitas los productos lácteos y el azúcar.
Cocción sin huevos.
Para los alimentos rebozados que vas a hornear o freír usa semillas de lino (incluso de sésamo) en vez de huevos, cuya yema es rica en colesterol. (Mezcla 1 cucharada de semillas de lino con 3 de agua en sustitución de un huevo)
Salsa cremosa.
Para hacer una salsa cremosa extrasana para ensaladas, mezcla y bate, a partes iguales, vinagre de vino tinto o vinagre de sidra de manzana con aceite de lino, que tiene muchos nutrientes. Es un aliño estupendo no solo para las ensaladas, sino también para condimentar cualquier otro plato.
3 cambios supernotables
Introdúcelos en tu dieta cotidiana y tu salud se verá beneficiada de una forma radical:
- No mezcles nunca en una comida carbohidratos con proteínas. Toma cada uno de estos nutrientes siempre solos o con verduras.
- Es cierto que es muy beneficioso masticar bien los alimentos, pero en vez de contar hasta cien, que es una pesadez, concéntrate en el bocado que estás tomando, disfruta su sabor y su textura y agradece el trabajo de quienes lo han producido o elaborado.
- Sustituye:
- Los cereales azucarados del desayuno por copos de avena o muesli de cultivo biológico.
- El pan, la pasta, la harina y el arroz blancos por pan, pasta, harina y arroz integral.
- El azúcar blanco o los edulcorantes por azúcar de caña integral, miel de buena calidad o extracto de stevia.
- Las frutas y verduras enlatadas por frescas o congeladas.
- Las patatas fritas por patatas al horno.
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