Este mudra simboliza la protección, la paz, y la disipación del miedo. Se cree que pudo ser utilizado antes del comienzo del budismo como un símbolo para proponer amistad al acercarse a un extraño.
Pon la mano derecha a la altura del pecho, con la palma hacia delante.
La mano izquierda descansa sobre el muslo izquierdo, en el regazo o junto al corazón.
Este gesto puede verse en muchas representaciones de las divinidades.
Promete protección al creyente y lo libra del temor. Muestra también la fuerza de la divinidad que lo realiza.
No hay que olvidar que el temor o el miedo son signo de debilidad. En la doctrina china de los Cinco Elementos se menciona como una debilidad del Elemento Fuego, entre otras cosas, el temor a las personas de nuestro entorno; del Elemento Madera, el temor ante la determinación ajena; del Elemento Metal, el temor a la escasez o al exceso de distancia (soledad); del Elemento Tierra y del Elemento Agua, el temor a los desafíos y a la vida en general.
El miedo tiene infinitos rostros pero su causa es siempre la debilidad. Un gran mandamiento de los yoguis es la no violencia. Cuanto más fuerte es una persona, también en el ámbito anímico-mental, más podrá vivir en la no violencia, porque las personas fuertes pocas veces son agredidas. Muchas personas también están debilitadas por sus luchas interiores, por desavenencias consigo mismos. Estas luchas interiores se trasladan a su vez al exterior, en la medida que se atrae al contrincante dispuesto a responder a ellas. Por lo tanto, cuando nos refugiemos en este mudra, deberemos reflexionar sobre todo esto, ya que solamente practicándolo no conseguiremos nada.
Imagina que tienes sobre la cabeza un embudo plateado o dorado. Durante la inspiración deja que la Luz Divina (valor, bondad y confianza) fluya a través de él, entre en tu cabeza y de allí al resto del cuerpo. Déjate llenar. Durante la espiración, la luz fluirá de nuevo, a través de tu mano derecha, hacia fuera para que tú la dirijas a la persona o cosa con quien/que tengas que enfrentarte. Quizás desees hacerlo con varias a la vez: por favor, no te excedas. Practica esta meditación con frecuencia cuando una persona o cosa te provoque dificultades y déjate sorprender por los resultados positivos.