¿De dónde viene el estrés? ¿De los problemas económicos? ¿De los problemas en casa? ¿De que somos incapaces de gestionarlo? Llevamos más de medio siglo creyendo que el estrés viene de circunstancias como estas, que es un producto de nuestros ancestros, que es una respuesta al miedo, y que lo mejor que podemos hacer es aceptarlo e intentar vivir en paz. Por Koncha Pinós-Pey para Espacio MIMIND.
Hay muchos mitos sobre el estrés que nos impiden vivir más tiempo, más felices y vidas más saludables. Aquí están ocho de los más conocidos:
1. El estrés es fruto de las circunstancias. Esto parece ser cierto, al igual que la Tierra parece plana. Pero el estrés en realidad proviene de los efectos que los pensamientos tienen sobre tus circunstancias, no las circunstancias en sí mismas. Esto explicaría por qué las personas tenemos reacciones diferentes frente a una misma circunstancia.
2. El estrés es un factor motivacional. Es necesario distinguir entre el estrés y la estimulación hacia una motivación concreta. Tener metas, plazos, objetivos y empujarte hacia algo, en sí mismo no es malo. El estrés surge cuando estás ansioso, enojado o frustrado, y por ello reduces drásticamente tu capacidad de ser operativo con los propósitos que te habías marcado. Hay personas que consiguen el éxito gracias a su motivación, y no gracias al estrés.
3. Un poco de estrés es bueno. Otro mito popular, creada inicialmente por el Dr. Hans Selye, el fundador del concepto de la tensión moderna. Selye descubrió que las actividades como los deportes y el sexo también producen un aumento de las hormonas del estrés, por lo que promovió la idea de estrés bueno. Pero la investigación desde entonces ha demostrado que el estrés contribuye al 75% -90% de trastornos médicos, incluyendo las seis principales causas de muerte. La motivación es buena, el estrés no lo es.
4. Sin estrés en la vida, no hay emoción. Algunas personas están tan acostumbradas a experimentar el estrés que no recuerdan cómo era la vida sin ella. Pero mira a los niños pequeños. Experimentan muy poco estrés, y tienen un montón de energía para explorar sus intereses. Lo mismo puede ser cierto para los adultos, a pesar de las responsabilidades que tenemos.
5. La mejor manera de lidiar con el estrés es hacer ejercicio, respirar y relajarse. Recuerda que el estrés no viene de lo que está pasando en tu vida; viene de tus pensamientos sobre lo que está pasando en su vida. Occidente ha hecho mucha divulgación de herramientas sencillas para paliar los efectos del estrés, pero no de lo que lo causa; por lo que la tensión vuelve una y otra vez. Un enfoque más eficaz a largo plazo puede consistir en educar para pensar de manera diferente, en acercarte de manera diferente a las situaciones difíciles… Entonces la tensión no existe.
6. El estrés es una opción. El estrés es un subproducto de las creencias subconscientes que tú tienes sobre el mundo. No se puede elegir no creer en algo, no puedes escoger cómo es tu mente, ni tu cerebro… Es fruto primero de una evolución humana y también de una trayectoria biográfica. Tú crees unas cosas porque las piensas y las sientes, y eso no es un error… es real. Para eliminar el estrés, tienes que aprender a cuestionar con cariño esas creencias; conseguir verlas de modo diferente. Esto no es una elección; es una visión.
7. El estrés es inevitable. Puedes buscar a alguien que no le asuste algo, o tenga miedo de algo (miedo a las alturas, conducir a alta velocidad, coger el volante). Las personas que experimentan estrés en esas situaciones pueden decir que les es inevitable porque no pueden imaginar no sentir estrés, pero tú sabe que esto no es así. Tus emociones provienen de tus creencias. Cuando estés estresado por el dinero, la salud, o el trabajo, debes de recordar que es perfectamente posible pensar de manera diferente y no experimentar estrés en tu vida, tan probable como suena. Solo requiere un focus diferente.
8. El estrés no es un gran problema. La palabra «estrés» a veces se limita a la ansiedad acerca de los plazos que la vida nos marca; la mayoría de la gente puede vivir con ellos, pero en realidad todo es mucho más grande que eso. Cada momento de frustración que tengas sobre tu trabajo, todos los puntos de fricción en las relaciones en el trabajo y en el hogar, todo temor o preocupación que tengas sobre el dinero, la salud y el futuro -en esencia, la suma total de todas las emociones negativas en su vida-, desde el momento en que llegas hasta el momento en que te acuestas, es el estrés. Para la mayoría de las personas es un problema muy grande.
Dudar del valor que estos mitos tienen en nuestra cultura nos impide definitivamente hacer frente al estrés con mayor eficacia. Pero con un poco de cuidado, y cariño cualquier persona puede aprender cómo funciona el estrés, y en lugar de limitarse a gestionarlo, conseguir erradicarlo.
Por Koncha Pinós- Pey